El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha presentado ante el gabinete de seguridad un plan para Gaza una vez concluya la guerra. Según el proyecto, Israel controlaría indefinidamente Gaza aunque serían palestinos sin lazos con organizaciones terroristas quienes lo administraran, se crearían zonas de seguridad en las fronteras incluyendo la de Egipto, se desmantelaría la UNRWA y se trabajaría en la desradicalización de los palestinos.
La Franja se convertirá en un territorio desmilitarizado en el que la seguridad estará a cargo de Israel, pero que será administrado por "autoridades locales" con "experiencia administrativa" que, eso sí, no tengan ninguna asociación con "países o entidades que apoyan el terrorismo", lo que no sólo deja fuera a Hamás, sino también a la Autoridad Palestina y a países como Qatar e Irán.
El plan contempla también la expulsión de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), que tuvo a varios empleados implicados en la masacre del 7 de octubre y a la que Israel considera uno de los responsables de la radicalización palestina. Así, uno de los objetivos del proyecto es la "desradicalización en todas las instituciones religiosas, educativas y sociales en Gaza" para evitar que continúe el adoctrinamiento.
La UNRWA sería reemplazada por "organizaciones internacionales de ayuda humanitaria responsables", sin dar más detalles. Israel controlará el plan de reconstrucción, que "será financiado y encabezado por países aceptables para Israel" y que arrancaría después de la desmilitarización de Gaza. El proyecto no contempla el regreso de civiles israelíes a la Franja.
Israel no se pone ninguna fecha de salida de Gaza tras el fracaso de la retirada unilateral de 2005. Bajo esa premisa, construirá un perímetro de seguridad en la frontera con Egipto, que es la más porosa y donde tiene lugar el mayor contrabando de material militar y de doble uso, para lo cual derribará los edificios más cercanos a la frontera y el cruce de Rafah. La idea es contar "en la medida de lo posible, en cooperación con Egipto y con la asistencia de Estados Unidos" en el control de la única frontera de Gaza con un país distinto a Israel.
Estos planes chocan con la Autoridad Palestina, que ha declarado que este plan supone "perpetuar la ocupación israelí de los territorios palestinos y evitar el establecimiento de un Estado palestino", y con la administración de Joe Biden, que ha apostado contra una nueva ocupación de la Franja a pesar del fracaso de la estrategia israelí que arrancó en 2005 con la retirada unilateral de Gaza. Este fin de semana arranca en París una cumbre en la que se negociará otro alto el fuego temporal a cambio de la entrega de más rehenes, pero Netanyahu ya ha dejado claro que no se hablará de ningún alto el fuego definitivo.