En operaciones tan sofisticadas como la de ayer en el Líbano contra Hezbolá las informaciones cambian casi cada minuto. A la confusión inicial sobre cifras de víctimas, con los hospitales de Líbano colapsados, pasadas las horas el foco de atención viró a cómo se había llevado a cabo una operación tan compleja que había sido ejecutada con la precisión de un reloj suizo.
¿Quién es el autor de la operación?
Aunque todo el mundo pensó en Israel desde el primer momento, su Gobierno nunca confirma ni desmiente la autoría de estas operaciones. Sin embargo, fuentes oficiales que cita The New York Times y otros medios confirman ya este miércoles que detrás de la misma está el Mossad, poderoso servicio de inteligencia israelí.
¿Cuál era el objetivo?
El objetivo era eliminar el mayor número posible de terroristas de Hezbolá, especialmente de los miembros situados en niveles medios y altos dentro de la organización, que son los que utilizan los beepers para comunicarse. En este sentido, la operación ha sido un auténtico éxito, porque aunque ha habido alguna víctima civil, la inmensa mayoría de las víctimas son terroristas de Hezbolá.
¿Por qué usaban buscapersonas y no móviles?
Desde hace unos meses Hezbolá prohibió la utilización de móviles a sus miembros, debido a lo fácil que es que sean rastreados. De hecho, el pasado 13 de febrero, el líder de Hezbollah, Hasán Nasralá, advirtió en un discurso televisado sobre los peligros de los teléfonos móviles por su vulnerabilidad a la Inteligencia israelí y ordenó: "Romperlos, enterrarlos o encerrarlos en una caja de hierro". Las advertencias sobre el uso de los móviles han sido constantes desde hace tiempo, porque ponían en peligro no solo a los propios terroristas, sino a sus familias.
Antiguo vídeo del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, advirtiendo a sus hombres que los teléfonos y dispositivos electrónicos son una amenaza. pic.twitter.com/QFWS25ApiU
— Mundo de Noticias 📰🗞️ 🌎 (@MundoNoticiasGL) September 17, 2024
Por ese motivo los terroristas de Hezbolá abandonaron los móviles y se pasaron en masa a los buscapersonas, que son dispositivos que reciben señales por ondas de radio en una determinada frecuencia (cambia en cada país) y de forma unidireccional. Por ello resultaban indetectables y, por lo tanto, era muy difícil hackearlos.
Con esta operación, sin embargo, los servicios de inteligencia israelí han demostrado que los beepers tampoco son seguros para los terroristas de Hezbollah. Tendrán que comunicarse de otra forma a partir de ahora, cuando la confusión y la paranoia reina entre sus filas.
¿Cuántas víctimas?
Este dato es quizás el más difícil de determinar, porque varían casi a cada hora que pasa y porque, en muchos casos, las fuentes puede que no sean muy fiables. Se habla de entre 2.800-4.000 heridos y unas cifras de muertos que van desde 9 a 500. Entre los heridos, 500 estarían también en situación muy grave o agonizando, según algunas fuentes. De momento es muy difícil decir una cifra exacta.
La milicia-partido terrorista de Hezbolá ha confirmado la madrugada de este miércoles la muerte de 12 de sus miembros identificados como Yussef Madi Alwa Hadi, Hasán Ahmed Muhamad Mustafa, Nayib Abdul Husein Ala al Din Alí Mazlum, Hasán Muhamad Yasin Yamen, Husein Ahmed Mantash Salá, Muhamad Zakaria Abbas Haidara, Abbas Bilal Munin Mirza Mahdi, Muhamad Mahdi Alí Ammar Dhu al Fiqar, Husein Alí Ala el Din Zakaria, Husein Ayub Faqi Baqer, Abbas Fadl Yasin Abu al Fadl y Mahdi Abbas Samhat Yawad Maatuq.
¿Cómo se ejecutó la compleja operación?
Pasado el desconcierto inicial, en el que todos se preguntaban cómo podían haberse hackeado los beepers y se atribuyeron las explosiones a un ataque cibernético, con el paso de las horas se han ido conociendo más datos que ponen de manifiesto una operación mucho más sofisticada y compleja.
Según funcionarios americanos han confirmado a The New York Times, Hezbolá compró 8.000 beepers, de los que unos 3.000 fueron manipulados por los servicios secretos israelíes.
La Inteligencia israelí consiguió ocultar material explosivo (puede que RDX) en el lote de 3.000 y, según otras informaciones, un virus que calentaba las baterías, aunque esto no parece muy creíble (un busca no tiene energía suficiente para recalentar una batería). Otras fuentes apuntan a que, a la vez que el explosivo, se introdujo en el beeper un firmware activador (un tipo de software embebido en la memoria de lectura de un dispositivo que se encarga de proporcionar las instrucciones sobre el comportamiento del dispositivo y activa las funciones básicas del mismo).
Esa manipulación se pudo producir bien en algún punto de la cadena de suministro o en origen, dado que los beepers son de fabricación taiwanesa. La mayoría, del modelo AP924 de la empresa de Taiwan Gold Apollo.
El material explosivo, con un peso entre 30 y 60 gramos, se colocó junto a la batería de cada busca y con un interruptor para activarlo remotamente. Los beepers fueron importados a Líbano y Hezbolá los distribuyó entre los terroristas de la organización en el propio Líbano, Siria e incluso Irán.
Desde Taiwan, mientras tanto, tratan de desviar el foco sobre la manipulación de los buscas en origen. El fundador de la empresa fabricante ha asegurado ante la prensa que habían firmado un contrato con un distribuidor europeo, del que no se conoce el nombre, con el que hubo una anomalía en referencia a una transferencia bancaria que se demoró mucho tiempo, según la cadena americana CNN.
Sea como fuere, a las 15:30 todos esos buscas manipulados recibieron un mensaje que activó los explosivos en miles de ellos de forma simultáneas provocando un elevado número de víctimas, entre heridos y muertos.
En algunos de los vídeos publicados en redes sociales parece que se aprecia el momento exacto en el que el terrorista recibe el mensaje y se activa el explosivo. Es el caso de este terrorista de Hezbolá que se encuentra pagando en una tienda y en un momento dado mira el busca en el que se ve una luz, segundos antes de la detonación.
The extraordinary rumors going around Arab language T-gram groups are that dozens to hundreds of Hezbollah operatives across Lebanon had their encrypted personal pagers explode on their belts all at once in the last hour.
How did the Israelis do this? Did they hack the network… pic.twitter.com/vAzxY4s55P
— Saul Sadka (@Saul_Sadka) September 17, 2024
Es la primera vez en la historia que se utiliza un sistema tan sofisticado para acabar con terroristas. Se conocía el caso de Yahya Abdal-Tif Ayyash de Hamás, conocido como el Ingeniero por su habilidad en la fabricación de bombas. El primer ministro israelí, Shimon Peres, dio luz verde al plan de asesinar a el Ingeniero. El 5 de enero de 1996, un amigo de Ayyash le dio un teléfono móvil con explosivo, que al ser utilizado, lo detonó, matándolo de forma inmediata. Pero una operación a tan gran escala y tan compleja es algo absolutamente inédito.
Consecuencias de la operación
El resultado de la operación de este marte es que, además de las miles de víctimas, Israel ha conseguido destruir la red de comunicaciones críticas de Hezbolá provocando una auténtica paranoia entre los miembros de la organización terrorista que no van a saber cómo comunicarse entre ellos a partir de ahora.
Además, con el seguimiento de los heridos puede reconstruir perfectamente el organigrama de la organización, tanto en Líbano como en Siria, organización que ha quedado descabezada de momento. La capacidad de Hezbolá de atacar a Israel se ha visto muy afectada, pero también la de defenderse ante un ataque israelí.
Por último, Hezbolá está obligado a responder si quiere seguir teniendo predicamento en la región, muy dañado por el ataque de ayer. Israel ha dejado claro que puede hacerles mucho daño mediante métodos convencionales o con sofisticadas operaciones encubiertas como la que, tras meses de preparación, ejecutaron ayer.