La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha puesto este martes un ejemplo absurdo sobre en qué consiste la condonación de la deuda a las CCAA que anunció ayer el Ministerio de Hacienda con el único objetivo de contentar a los independentistas catalanes.
"¿Cuántos ciudadanos que nos están viendo a través de sus televisores tienen hoy una hipoteca. De 70.000, de 80.000, de 120.000 euros" se preguntó la socialista.
"Pues imagínese que a cualquiera de ellos se le dice que que el Gobierno asume parte de esa deuda y, por supuesto, que la casa sigue siendo suya. Y frente a esto el PP dice que no. Por eso les digo que la respuesta a la pregunta es muy sencilla: ¿están por condonar la deuda o por condenar al ciudadano?", volvió a preguntarse.
Lo que Alegría debería saber es que la asunción del Estado de 83.252 millones de euros no es más que hacer un nuevo reparto de ese pasivo entre todos los ciudadanos del país, castigando a los territorios más responsables y castigando a los irresponsables.
Usando su propio ejemplo, la idea del Gobierno sería como obligar a un ciudadano que se ha hipotecado por 120.000 euros a compartir la deuda de su vecino, que se ha hipotecado por 450.000.