
Luz verde a la mutualización de la deuda autonómica. El Gobierno ha aprobado este martes, en Consejo de Ministros, el proyecto de ley para la quita masiva de la deuda autonómica. Con esta decisión, el Ejecutivo de Pedro Sánchez va a manipular 83.252 millones de euros de la deuda de las CCAA con el único objetivo de agasajar a los independentistas catalanes.
Sin embargo, el Gobierno viene presumiendo de que la medida supone un beneficio para todas las regiones del país. Tanto es así, que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha comparado lo aprobado con la condonación de una hipoteca a un particular. "¿Quién va a decir que no? ¿Qué familia española en su sano juicio diría que no a que se le alivie la carga de la deuda?" se ha preguntado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que hoy ha estado presidido por Pedro Sánchez.
Colectivizar las deudas
Sin embargo, aunque el Ejecutivo presente su plan como si los 83.252 millones de deuda de las CCAA desaparecen por arte de magia, lo cierto es que esta especie de barra libre de deuda que ha abierto el Gobierno no es más que una mutualización de la misma. Es decir, los 83.252 millones de euros pasan a manos del Estado, sostenido por ciudadanos de todos los territorios, por lo que se colectivizan esos pasivos.
"Queda demostrado que es falso que la condonación beneficie a Cataluña y perjudique al resto de España" ha insistido Montero, que presume de que el ahorro en materia de intereses para los gobiernos regionales será entre 6.600 y 6.700 millones de euros, ignorando los que tendrá que pagar el Estado.
Por tanto, el plan de Sánchez supondrá un castigo para los ciudadanos que viven en territorios con menos deuda (o ninguna) con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), como Madrid, y un premio para las CCAA que han sido más irresponsables desde la época previa a la creación del FLA.
Cabe recordar que el FLA fue creado por Cristóbal Montoro en 2012 para facilitar el endeudamiento de las autonomías a través del Estado y evitar que quebraran (en los mercados la desconfianza era total).
Por tanto, el FLA lleva actuando desde hace una década en forma de subvención encubierta a las CCAA más manirrotas o con las cuentas más descuadradas. Irónicamente, Cataluña (la región que los independentistas quieren separar de España) ha sido el territorio que más ha recurrido a este paraguas del Estado.
Las tres fases del plan
El pasado mes de febrero, el Gobierno explicó algunos detalles de esta mutualización que se llevará a cabo en tres fases en un complicado y dudoso procedimiento. La fórmula salió adelante en el pasado Consejo de Política Fiscal y Financiera, a pesar de que las regiones del PP se levantaron de la mesa que compartían con María Jesús Montero.
En primer lugar, el Estado se queda con el 75% de la deuda a condonar (60.233 millones de euros) usando criterios de población ajustada. Después, el 25% restante se reparte entre las regiones teniendo en cuenta diferentes criterios, como el de las regiones que estén infrafinanciadas y, el más llamativo, premiando a las regiones que hayan subido el IRPF en la última década, lo que supone otro claro agravio a la Comunidad de Madrid.
"Vamos a beneficiar más a las que hacen mayor esfuerzo fiscal y político" con el IRPF frente a las que "bajan impuestos y exigen mayor financiación" ha dicho Montero olvidando que Madrid, a pesar de bajar el IRPF es la región que más recauda por este tributo.



