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Los consumidores cargan contra la nueva ley antitabaco de Mónica García: "No es una norma coherente"

La aprobación de la nueva ley antitabaco genera quejas entre los consumidores por la prohibición de fumar en terrazas de bares y restaurantes.

El anteproyecto de la ley antitabaco, aprobado este miércoles por el Consejo de Ministros y anunciado por la ministra de Sanidad, Mónica García, equipara los cigarrillos electrónicos a los convencionales, prohíbe por primera vez el consumo a menores y amplía los espacios sin humo. La iniciativa ha reavivado un debate que enfrenta al Ejecutivo con hosteleros y clientes, especialmente por la prohibición de fumar en las terrazas de bares y restaurantes.

Entre las nuevas zonas libres de humo figuran: vehículos de transporte con conductor; exteriores de centros sanitarios, educativos, universitarios y sociales; parques infantiles y zonas culturales o deportivas; terrazas de hostelería, estaciones de transporte, espectáculos y conciertos al aire libre. Además, se refuerzan perímetros: no se podrá fumar a menos de 15 metros de accesos a edificios públicos, centros sanitarios y sociales, educativos, universidades, museos, bibliotecas, centros deportivos y recintos infantiles.

Pérdidas directas al sector

La Confederación Empresarial de Hostelería de España ha advertido de un perjuicio directo para el sector y del riesgo de aislar a España como uno de los pocos países europeos con prohibición total en terrazas —señalan que solo Suecia mantiene una restricción similar y que Francia ha excluido expresamente las terrazas de su reciente ampliación de prohibiciones—. La patronal ha alertado, además, de un impacto negativo en el turismo y la imagen internacional y reitera su voluntad de diálogo para que el Gobierno reconsidere la medida.

Su presidente, José Luis Álvarez Almeida, ha calificado el anteproyecto de "despropósito" y ha sostenido que "no es una medida contra el tabaco, sino contra los propios hosteleros". Defiende que las terrazas han funcionado durante años como espacios de convivencia entre fumadores y no fumadores y teme un efecto indeseado: que el consumo se desplace a domicilios y otros espacios privados menos ventilados.

Opiniones divididas entre los hosteleros

Desde Libertad Digital, hemos salido a la calle para preguntar tanto a hosteleros como a consumidores sobre esta nueva medida. Las opiniones entre profesionales de la hostelería se dividen.

Un camarero reconoce que la prohibición podría pasar factura en los negocios: "Principalmente las personas buscan un lugar abierto para poder fumar. Si van a un sitio en el que ya no lo pueden hacer, creo que sí puede afectar al bar". En su opinión, los clientes acabarán improvisando: "Si no es en una terraza, será en la esquina. Se tomarán el café adentro, saldrán y se fumarán su cigarro, o igual se sientan en la terraza y lo hacen en la esquina".

Otro trabajador de la hostelería coincide: "Yo creo que un buen porcentaje se irá a otro sitio a fumar", expresa. Sin embargo, no cree que los clientes vaya a dejar de acudir a las terrazas.

Sin embargo, no todos piensan igual. Una hostelera relativiza el impacto: "No, no se saldrán fuera a fumar y ya está. Pero no van a dejar de venir a los bares. Nos gusta mucho el tapeo. Yo creo que no afectará a los negocios".

Otro propietario lo asume como un cambio de hábito: "Nos acostumbraremos como cuando nos prohibieron fumar dentro de los locales. Yo pienso que no nos afectará en nada".

La visión de los consumidores

Los clientes también muestran posiciones encontradas, aunque mayoritariamente se encuentran en desacuerdo con una norma que parece que quita más libertades al ciudadano. Unos amigos defienden la prohibición: "A mí me parece bien, que si molesta el humo del tabaco, pues que se prohíba y se designen sitios para poder fumar. Creo que se va a fumar igual, pero si es bueno para la sociedad y para el organismo, perfecto".

Sin embargo, otra consumidora, en este caso, fumadora, discrepa: "La prohibición me parece un poco absurda, porque si es un espacio abierto no lo entiendo muy bien. Elegiré ir a alguna terraza donde se pueda, porque seguro que las hay. No me parece coherente, lo lógico sería que cada establecimiento decidiera". De hecho, la clienta remarca que "en invierno estamos en una terraza solo porque se puede fumar".

"Voy a seguir fumando en las terrazas"

Otros consumidor, a pesar de ser fumador, resta importancia a la nueva medida: "No dejaremos de ir a una terraza para tomarnos una cerveza porque haya una prohibición de no fumar". Sin embargo, no cree que está nueva ley vaya a tener ningún beneficio para la salud pública, ya que cree que "se seguirá fumando igual, pero en otros espacios".

Y también hay voces más radicales contra la norma: "Me parece una puta mierda, como todo lo que hay. Esto es una dictadura. Yo me voy a sentar en la terraza y voy a fumar, que tengan dos cojones de detenerme. Yo voy a seguir fumando en las terrazas, no un cigarro, sino dos. Y si me detienen, lo recurro", se queja muy afectada una consumidora. Además, cree que esta nueva ley no tendrá ningún sentido y desde el Ministerio de sanidad terminarán por derogarla: "La gente se va a rebelar y no lo va a cumplir".

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