
Cada vez se hace más evidente en España que existe un "reto intergeneracional" (o lucha intergeneracional) con las pensiones públicas. La exposición cada vez mayor de las pensiones tanto en los medios de comunicación como en el ámbito político son un reflejo de una preocupación que existe en la población, aunque cada uno enfoca esta cuestión de una manera distinta.
En Libre Mercado se viene dando cobertura al tema de las pensiones desde hace tiempo, hablando del déficit real del sistema de pensiones, de cómo uno de cada tres jubilados cobra más de 2.000 euros al mes, o sobre cómo se encuentra España a la hora de afrontar este "reto intergeneracional" a lo largo de las próximas décadas. Sin embargo, una cuestión que no se ha tratado tanto es cuánto ganan los pensionistas en comparación con la población activa. En este artículo te lo vamos a contar.
El Banco de España define la población activa como el "número total de personas en edad de trabajar (con 16 o más años) que satisfacen las condiciones necesarias para su inclusión como personas ocupadas o paradas según los criterios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)". En este sentido, no se tienen en cuenta a personas (como estudiantes o amas de casa) que, a pesar de realizar una actividad, no obtienen una remuneración por ello.
Pues bien, si comparamos los ingresos netos medianos de la población activa en varios países de la Unión Europea (de 18 a 64 años) con los ingresos netos medianos de los jubilados de su mismo país, nos dará como resultado el siguiente conjunto de gráficos que vamos a ver.

Lo que nos muestra el gráfico anterior es demoledor, y es que España es el único país de entre las economías más avanzadas de la UE en el que los ingresos disponibles medianos de los pensionistas superan a los de la población activa. Según Eurostat, y con datos hasta el 2023, los ingresos de los jubilados españoles fueron un 1% mayores que los de la población activa, superando con holgura la media europea, donde los pensionistas tienen ingresos un 13% inferiores a los de la población activa.
Cabe hacer alguna que otra mención, como por ejemplo que estamos hablando de ingresos después de impuestos y transferencias, aunque es algo que se aclara en el propio gráfico. Otra mención importante es que se habla de ingresos medianos, no medios. La ventaja de usar ingresos medianos es que estos no se ven afectados por valores atípicos (ingresos muy altos o bajos), de manera que ofrecen una visión más fiel de la realidad.
Llama también poderosamente la atención la evolución que ha tenido esta ratio (ingresos pensionistas/ingresos población activa) en el caso de España. Y es que, mientras en unos países esta ratio se ha mantenido algo más estable o incluso ha caído, como es el caso de Alemania o Países Bajos, en España no ha dejado de crecer en favor de los pensionistas (o en detrimento de los trabajadores) desde el año 2003 hasta la actualidad.
Por otro lado, si se compara los ingresos de los pensionistas con los ingresos de otros grupos de edad en España, como pueden ser los jóvenes de 18 a 24 años, los adultos de 25 a 49 años, o los adultos que más se acercan a la jubilación como los que tienen entre 50 y 64 años, nos dará como resultado el siguiente gráfico.

Tal y como se observa, los pensionistas ganan un 9% más que los jóvenes de 18 a 24 años, un 2% más que los adultos que tienen edades comprendidas entre los 25 y 49 años, aunque también es verdad que esta diferencia cae y se vuelve negativa al compararlos con la población activa de entre 50 y 64 años, donde sus ingresos son un 3% inferiores a los de este grupo de edad.
No obstante, hay quienes quieren atribuir estas diferencias de ingresos a que los jubilados españoles tienen un mayor patrimonio, especialmente inmobiliario, y obtienen rentas a partir de ello. Siendo esto último algo cierto, observemos el siguiente gráfico de la OCDE.

En dicho gráfico podemos ver cómo el peso de las transferencias públicas en los ingresos de los más mayores es muy superior en España (suponen el 72% de sus ingresos totales) que en la media de la OCDE (supone el 57%). Sin embargo, las rentas que provienen del capital en España representan en torno al 8-9% de los ingresos totales de los pensionistas mientras que en la OCDE esa cifra alcanza el 10%. De manera que no se puede atribuir estas diferencias de ingresos ni a las rentas inmobiliarias ni a los ingresos en bolsa de los jubilados.
En resumidas cuentas, podemos concluir que los ingresos de los pensionistas ya superan a los ingresos de aquellas personas que están sosteniendo este sistema de reparto con sus aportaciones a la Seguridad Social. Algo que lleva sin ser sostenible desde hace varios años y que amenaza aún más el sistema público de pensiones.


