
Marruecos continúa enfrentando importantes diferencias en materia de educación y empleo. Así lo revela la edición 2025 del informe anual del Alto Comisionado para el Plan (HCP), titulada "Las mujeres marroquíes en cifras", recogido por los digitales marroquíes Le Matin.ma y Yabiladi.
Basado en encuestas nacionales y datos ministeriales, el documento analiza las diferencias y tendencias de género hasta 2024, ofreciendo una radiografía detallada de la situación de las mujeres marroquíes en áreas como educación, empleo, participación política o pobreza.
Ni leer ni escribir
La tasa de alfabetización femenina ha aumentado del 27% en 1994 al 65,4% en 2024, con mejoras notables en las zonas rurales. A pesar de este ascenso, hay que señalar que el otro 35% de las mujeres marroquíes aún ni sabe leer ni escribir, según reza el informe.
Las niñas representan ahora más del 51% del alumnado de secundaria y el 56% del de educación superior, lo que evidencia un avance en el sistema educativo. Las mujeres con títulos de educación superior constituyen el 36% del total de titulados. En cambio, en las zonas rurales, las diferencias sí son más notables: la tasa de escolarización de las niñas de 15 a 17 años llega al 100% en áreas urbanas, pero apenas al 55% en las rurales.
Mercado laboral
Pese al progreso educativo, el mercado laboral sigue teniendo un alto contraste. La tasa de participación femenina en la fuerza laboral se sitúa en apenas un 22,2% entre las mujeres de 15 años o más, frente al 92,1% de los hombres. Esto mide a todas las mujeres que están trabajando o buscando activamente empleo. Pero con puesto real de empleo, solo el 15,3% de las mujeres de 15 años o más están empleadas, frente al 60,7% de los hombres.
Las disparidades son aún mayores en las zonas rurales: solo el 17,5% de las mujeres tienen empleo, comparado con el 70,5% de los hombres. Entre las graduadas universitarias, el 30,1% está empleada frente al 53,8% de los hombres. Además, el 33,3% de las mujeres desempleadas tiene un título de educación superior (frente al 21,2% de los hombres).
Un tercio vive sin ingresos propios
Casi un tercio de las mujeres vive sin ingresos propios, y la mayoría de las empleadas se concentra en sectores de baja productividad: el 46% en agricultura (a menudo sin contrato) y cerca del 40% en servicios domésticos o comercio informal. El salario promedio femenino sigue siendo un 21% inferior al de los hombres, y solo el 13% de los puestos directivos están ocupados por mujeres.
El informe también destaca el factor del matrimonio y la maternidad, que reducen significativamente la tasa de empleo femenino, un efecto prácticamente inexistente en los hombres. Sobre el uso del tiempo, las mujeres dedican el 79% de su carga de trabajo productiva al hogar y solo el 21% a actividades profesionales. En cambio, los hombres destinan solo el 12% de su tiempo productivo al trabajo doméstico y el 88% al empleo remunerado.
En política, entre 2021 y 2024, las mujeres representaron el 22,6% de los miembros del gobierno, el 24,3% de los parlamentarios, el 39,8% de los representantes regionales y el 29,8% de los responsables municipales.


