
Cada vez hay más voces que aseguran que la UE está planteándose suavizar la prohibición de vender coches de combustión a partir de 2035. Sin embargo, España no está de acuerdo y quiere que la UE cumpla rigurosamente con su promesa de vetar la fabricación de los diésel, gasolina e híbridos.
En una carta enviada a los líderes de la UE, París y Madrid afirman que el objetivo debe mantenerse, según desvela Euronews. Además, en la misiva piden subvenciones para los vehículos "made in Europe" porque ambos gobiernos son son plenamente conscientes de que la industria automovilística está en graves dificultades debido a las restricciones de la UE.
De este modo, España y Francia se oponen a otros países con industrias automotrices fuertes, como Alemania, que están presionando a la Comisión Europea para que revise la prohibición de los coches con motor de combustión y permita al menos la venta de híbridos. A su juicio, imponer por ley un cambio tecnológico masivo sin demanda suficiente y sin las infraestructuras necesarias es simplemente un suicidio.
Esa es también la opinión del primer ministro eslovaco, Robert Fico: "El resultado de la presión será probablemente alguna forma de revisión de esta prohibición, como la continuidad de los híbridos".
Se ha constatado que el sector no está preparado para abandonar el motor de explosión en 2035. De hecho, incluso la Comisión Europea reconoce la necesidad de flexibilidad y su presidenta, Ursula von der Leyen, ha adelantado la revisión de los objetivos de CO2 a finales de este año, muy posiblemente para evaluar la posibilidad de permitir combustibles bajos en emisiones de carbono, electrocombustibles y biocombustibles avanzados.
Esto significa que, teniendo en cuenta la escasa demanda de eléctricos puros y el complicado contexto económico y político actual con China, Rusia y EEUU, la UE podría valorar la posibilidad de no prohibir los híbridos, siempre que se ajusten a los límites estrictos que establece la normativa Euro 7.
No son los únicos que han tenido que recular en su ambicioso plan de descarbonización del transporte. El Gobierno de Quebec (Canadá) acaba de anunciar que ya no prohibirá por completo la venta de coches nuevos de combustión a partir de 2035, como se había anunciado en 2021. En su lugar, ha establecido un nuevo objetivo que fija que el 90% de los vehículos nuevos vendidos en 2035 deberán ser de "cero emisiones", una categoría que incluye los híbridos enchufables (PHEV) además de los eléctricos puros y los de hidrógeno.
A pesar de ello, Madrid y París consideran que "no es aceptable" que se favorezca a los híbridos enchufables después de 2035 y argumentan que si se revierte la prohibición de los coches de emisiones cero, el bloque no logrará alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, según la carta publicada por Euronews.


