
La presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y ministra de Economía, Comercio y Empresa desde 2018 a 2023, Nadia Calviño, ha señalado en sus memorias Dos mil días en el Gobierno que "ayudó" al Instituto Nacional de Estadística (INE) para elevar las cifras del crecimiento económico.
La exministra ha confirmado en su libro –que presenta hoy en un acto en Barcelona junto a Salvador Illa– que cuando estaba al mando del ministerio actuó para condicionar las cifras reales del Producto Interior Bruto (PIB).
Durante su etapa en el Gobierno, la actual presidenta del BEI habría intervenido directamente en la gestión del Instituto Nacional de Estadística, presionando para que las estimaciones oficiales del PIB reflejaran un crecimiento superior al inicialmente calculado. De acuerdo con la información publicada por el diario El Mundo, estas actuaciones fueron más amplias de lo que la propia Calviño reconoce en sus memorias y se habrían producido en un contexto de tensas conversaciones con el entonces presidente del INE, Juan Rodríguez Poo, quien dimitió en junio de 2022 alegando motivos personales.
El enfrentamiento entre Calviño y Rodríguez Poo
Fuentes citadas por el mismo medio describen aquellos encuentros como especialmente duros y en un tono "impropio entre una vicepresidenta y un alto cargo público". Rodríguez Poo, economista y catedrático especializado en estadística, habría sido objeto de críticas por parte de la ministra al considerar que los datos del organismo no reflejaban con suficiente rapidez la recuperación económica tras la pandemia.
Según El Mundo, Calviño también solicitó el relevo de otros responsables técnicos del INE, entre ellos la entonces directora del departamento de Cuentas Nacionales, María Antonia Martínez Luengo, a quien la exministra calificó de "inútil", según las fuentes consultadas por el diario. Martínez Luengo, que abandonó el organismo poco después, fue nombrada en 2024 directora de estadísticas macroeconómicas de Eurostat.
En su libro, Calviño acusa al INE de haber cometido "graves errores de estimación del PIB" y sostiene que su Ministerio "ayudó" al organismo a revisar al alza los datos. La exvicepresidenta defiende que su actuación buscaba "mejorar las metodologías" del instituto y adaptar sus cálculos al nuevo contexto económico y digital. "Podíamos tratar de ayudarles a nivel técnico para mejorar sus metodologías, y eso hicimos", afirma en el texto.
La UE considera ilegal esta práctica
Sin embargo, la Unión Europea prohíbe expresamente este tipo de injerencias, ya que vulnerarían la normativa comunitaria. Los gobiernos no pueden interferir en el trabajo de los institutos nacionales de estadística, cuya independencia está garantizada por el Reglamento (CE) 223/2009 y por el Código Europeo de Buenas Prácticas Estadísticas.
La polémica se ha intensificado después de que la asociación Españoles por el Futuro anunciara una denuncia ante Bruselas contra Calviño, acusándola de haber vulnerado los principios de imparcialidad e independencia estadística recogidos en la legislación europea. En su comunicado, la entidad sostiene que la exministra forzó la salida del anterior presidente del INE y promovió revisiones del PIB que "beneficiaban políticamente al Gobierno".
La propia Calviño, en sus memorias, argumenta que su objetivo fue "actualizar las técnicas de estimación" y "corregir desajustes" en los cálculos del INE, alegando que el organismo mantenía "una estimación de la actividad muy inferior a la real". A su juicio, la revisión posterior de las cifras de crecimiento en 2024, que elevó el PIB acumulado desde 2019 en 3,6 puntos porcentuales, "confirma" que su apreciación era correcta.




