La cuarta mesa del Foro de Energía de Libertad Digital ha centrado su atención en uno de los problemas más determinantes del presente y del futuro energético español: la saturación de la red y el reto de dimensionarla para absorber la demanda creciente de sectores intensivos en energía. Representantes del sector digital, logístico e industrial han analizado cómo la falta de capacidad de red ha condicionado decisiones estratégicas.
La directora ejecutiva de Spain DC, Begoña Villacís, ha explicado que el sector de los centros de datos ha vivido una expansión sin precedentes y que la infraestructura digital necesita más energía que nunca y, ha advertido de que la saturación ha puesto en riesgo miles de millones en inversión digital.
Villacís ha afirmado que es necesario "hacer un cambio en las redes", pero también ha señalado que lo principal es entender primero por qué es tan importante. A raíz de esto, ha explicado que España depende en exceso de otros territorios. "Somos totalmente dependientes, no somos autónomos, no tenemos industria y, en consecuencia, -y en la situación geopolítica que vivimos- tenemos unas cartas que no son óptimas", ha afirmado.
Asimismo, durante su intervención ha señalado el peso que tiene la Inteligencia artificial en la actualidad y que tendrá a futuro. También ha alertado de que la llegada de la IA ha multiplicado la demanda energética y ha explicado que es necesario previsibilidad, estabilidad regulatoria y capacidad de conexión real, para poder competir en este campo.
Villacís ha señalado que "la solución debe estar enfocada en los centros de datos", ya que es la base para que todo funcione y España deje de depender de otros territorios. Además, ha asegurado que es la forma más fácil de confirmar la seguridad de los datos. Sobre este ámbito, ha subrayado que piden infraestructura, no dinero público: "Los centros de datos no queremos subvenciones. No necesitamos ayudas".
"Necesita a alguien al mando"
El presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, Francisco Barea Paz, ha abordado el problema desde la perspectiva logística e industrial. Durante su intervención ha afirmado que "necesitamos a alguien al mando", que gestione y anticipe los problemas. "No podemos vivir continuamente adaptándonos a las cosas que pasan", ha afirmado.
Otro gran problema ha sido los múltiples cambios que se han visto obligados a hacer. "Nos han obligado a mover otro tipo de recursos: nuevos combustibles, biocombustibles, y nos han enfocado totalmente al desarrollo de hidrógeno y la eólica", ha afirmado. Ha advertido que estas modificaciones han generado una falla en la capacidad eléctrica en determinadas zonas y ha retrasado iniciativas estratégicas. Por último, ha reclamado medidas para aumentar la firmeza del sistema.
Por su parte, el CEO de The Nostrum Group, ha puesto el foco en la perspectiva empresarial. Asimismo, ha subrayado que la industria ha necesitado garantías de acceso a potencia para tomar decisiones de inversión.
Gabriel Nebreda ha señalado que España tiene una excelente red de transportes y un mix de energías increíble –gracias a las condiciones climáticas que favorecen la funcionalidad de la energía renovable y la fuerza de las nucleares-, pero pierde fuerza en otros sectores.
"Hace falta apoyo institucional"
Nebreda ha explicado que la previsión de demanda ha cambiado radicalmente con la llegada de proyectos industriales digitalizados, data centers y fábricas automatizadas; y ha recalcado que el país va tarde a estos cambios.
"Estamos llegando tarde a los trenes digitales", que llevan 30 años en Estados Unidos, "estamos llegando tarde al desarrollo de hardware de semiconductores de chips y de servidores", que están en países como Taiwán, Corea o México, y "estamos llegando tarde a la usabilidad de la Inteligencia Artificial", y para que esto no siga pasando es necesario "apoyo institucional", ha señalado.
Los tres ponentes han coincidido en que el dimensionamiento adecuado de la red es un asunto no solo técnico, sino estratégico para la economía española. También han afirmado que el país ha tenido una oportunidad excepcional para atraer inversión digital e industrial y que la falta de capacidad ha puesto en riesgo la competitividad futura.
La mesa ha concluido destacando que la planificación 2025-2030 ha aparecido como una herramienta determinante, pero su ejecución es todavía un desafío que condicionará la economía de las próximas décadas.


