
La baliza V16 ya ha llegado a la vida de millones de conductores en España y es un tema que sigue dando que hablar, tanto por la mala campaña de la Dirección General de Tráfico para avisar de esta nueva normativa, como por el nefasto funcionamiento de algunas balizas V16 que ya hemos podido ver en este periódico, ya que la normativa es tan laxa que permite el uso de balizas tan baratas que acaban siendo de mala calidad.
No obstante, y a pesar de los muchos detractores que tiene esta nueva baliza obligatoria, hay quienes salen en defensa de este dispositivo, como es el caso de sus creadores: dos guardias civiles gallegos.
Según recoge el diario El Mundo, la baliza V16 habría sido un invento creado por dos guardias civiles gallegos, Jorge Torre y Jorge Costa, apodados "Los Jorges", que habrían tenido esta idea tras años de experiencia presenciando accidentes reales en carretera. Tal y como se cuenta en el citado medio, Jorge Torre ya había sido testigo de diversos accidentes de tráfico, entre los que se encontraban "peatones atropellados por colocar los triángulos, vehículos detenidos sin luz porque la avería era eléctrica y los warning no funcionaban, etc."
Sin embargo, lo que verdaderamente marcó a este guardia civil gallego fue el accidente de una amiga de su mujer donde perdió una pierna al intentar ayudar en una avería. "Un segundo. Un coche. Un derrape. Un golpe lacerante. Ella se despertó en el hospital...", se relata en el artículo.
En ese momento hizo "clic"
A partir de ahí cuenta que fue más consciente de que algo tenía que hacer. "Pensé que si pudiéramos poner una luz potente en el techo, como las que usábamos en los coches camuflados, podríamos evitar muchos atropellos", explica Jorge Torre, que ya en su casa comenzó a fabricar prototipos con piezas de otras lámparas, dando así los primeros pasos para lo que vendría años después.
Por su parte, Jorge Costa habría llevado a cabo una serie de negocios que no acabaron del todo bien, llegando a tocar fondo con un parque acuático que montó en México. Al verse sin nada, regresó a España y fue aquí cuando se reunió con el otro Jorge, que le contó su idea. A partir de ese momento, en el año 2016 y con apenas 300 euros de "capital inicial", fue cuando decidieron empezar esta aventura empresarial.
Los primeros pasos de estos empresarios
De esta forma, fue a través de una serie de socios como empezaron a labrarse un camino, como es el caso de un barcelonés de nombre Enric que financió hasta 5.000 unidades de estas balizas. Posteriormente, también se les unieron una serie de víctimas de accidentes agrupadas en la Asociación Nacional de Amputados (Andade), que quedaron maravillados con el invento de estos dos gallegos, hasta el punto de ponerse en contacto con políticos o con la propia DGT para que vieran lo que podía hacer este invento.
Así pues, y paso a paso, en el año 2018 se reconoció oficialmente el permiso para poder usar este tipo de dispositivo, no siendo aún obligatorio, como complemento a los triángulos de seguridad. En su fábrica, que está ubicada en Zaragoza, se fabrican hasta 18.000 unidades al día, tal y como cuentan. "Superamos en más de cuatro veces la luminosidad que exige la normativa", explica esta pareja de empresarios a El Mundo.
En opinión de "Los Jorges", la baliza es más segura que los triángulos porque "permite señalizar un vehículo sin tener que salir de él, lo que elimina el alto riesgo de atropello. Los triángulos requieren que se salga del vehículo y se camine por la calzada para colocarlos, lo cual es una de las principales causas de accidentes graves. La baliza se activa al instante al colocarla sobre el techo, gracias a su base magnética. Los triángulos requieren más tiempo para desplegarlos y colocarlos correctamente."
También aseguran que ellos no han tenido nada que ver en que la baliza V16 se haya vuelto obligatoria en detrimento de los triángulos de seguridad. En sus palabras, ellos tan solo buscaban que se pudiera utilizar la baliza como elemento de seguridad, algo que ya consiguieron mucho antes, siendo exclusivamente decisión de la DGT la implantación de la nueva normativa.


