
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado la presentación del denominado Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática para arremeter contra la decisión de la Comisión Europea de modificar el veto que impuso a la venta de coches gasolina y diésel para 2035, una medida que debe ahora ser respaldada por los estados miembros y el Parlamento Europeo.
El giro, impulsado por potencias automovilísticas como Alemania e Italia, y que implica dejar la puerta abierta a opciones como vehículos híbridos o con motor de combustión que utilicen combustibles renovables, tuvo enfrente al Gobierno español: este mismo martes la ministra Sara Aagesen se manifestó en contra y la semana pasada el propio Sánchez remitió una carta a Bruselas reiterando el rechazo de su Ejecutivo a que "los vehículos con motor de combustión u otras tecnologías sin viabilidad probada puedan seguir comercializándose más allá de 2035". El cambio se daba prácticamente por hecho ante la situación de la industria automovilística, que llevaba meses pidiendo una "flexibilización" de los objetivos.
Durante su intervención en el Círculo de Bellas Artes, Sánchez ha tachado de "error histórico" el giro europeo mientras presentaba sus propuestas para forjar un "escudo para España" frente al "cambio climático". Su intención, ha dicho, es que nuestro país sea un "referente en esta causa" y "proteger la prosperidad, el empleo, las infraestructuras, reducir daños futuros, evitar pérdidas millonarias, salvar vidas y reforzar nuestra seguridad colectiva".
"Proteger el clima significa proteger la prosperidad, proteger el empleo, proteger las infraestructuras. Y lo que ayer se aprobó en la Comisión Europea es un error histórico de Europa, porque la competitividad, como aquí se ha dicho, se garantiza por la sostenibilidad y no por debilitar nuestros compromisos climáticos", ha dicho Sánchez. "Lo caro no es actuar, es no hacerlo", ha enfatizado.
"Proteger vidas"
Además de arremeter contra los motores de combustión y criticar la flexibilización europea frente al veto, por el que los fabricantes de automóviles deberán reducir un 90% las emisiones del tubo de escape en 2035 frente al anterior 100%, Sánchez ha anunciado una batería de medidas climáticas con el fin, ha dicho, de "proteger vidas". Entre ellas está una Red Estatal de Refugios Climáticos, que comprenderá los edificios de la administración general del Estado en toda España y que también incluirá financiación para crear "refugios" en barrios considerados vulnerables.
Además, se creará un Panel Nacional de Científicos del Cambio Climático a imagen del de la ONU y se habilitará una Comisión de Seguimiento, grupos de trabajo en el Consejo Nacional del Clima y la participación directa de la Conferencia de Presidentes.
También habrá medidas para el campo, con refuerzo de seguros agrarios, adaptación de cultivos y un Plan Nacional de Empleo Verde Rural, unas medidas anunciadas en plena campaña extremeña, y dinero para planes municipales contra inundaciones y contra incendios en pequeños municipios, de menos de 5.000 habitantes.
"Son 15 ejes y 80 medidas concretas, no nos vamos por las ramas", se ha jactado Sánchez, que ha insistido en que no se trata de un "brindis al sol". En su opinión, "gente que vota muchas opciones ideológicas" considera el cambio climático un problema grave y ha llamado a hacer de su solución un reto transversal, frente a "una minoría que no discute con datos, sino con memes" y que es capaz de "viralizar la mentira".


