La presidenta de la Comunidad de Madrid voló el lunes a Alemania, un viaje que tenía fijado desde el pasado 25 de enero, según explicaron desde su equipo. Ese mismo día su novio, Alberto González Amador, estaba citado ante la titular del Juzgado de Instrucción nº 19 de Madrid, María Inmaculada Iglesias, en calidad de investigado por la presunta comisión de dos delitos de defraudación tributaria y un delito de falsedad en documento mercantil en relación a un supuesto fraude fiscal que le atribuye la Fiscalía de Madrid.
Pero todo saltó por los aires. PSOE y Más Madrid, personados como acusación popular, solicitaron a la instructora un aplazamiento de la declaración de González Amador para que se investiguen otros posibles delitos como administración desleal, algo que fue calificado por fuentes del entorno de González Amador de "jugarreta zafia para alargar el acuerdo con la Fiscalía". La juez acordó finalmente suspender la vista por una cuestión procesal para dar traslado a las partes.
Un día después, el martes, la pareja de Isabel Díaz Ayuso denunció al PSOE por filtrar "datos reservados" del sumario en una nota de prensa. "En concreto, se habría dado dicho acceso, al menos, a Belén Labadie Campos, directora de comunicación del Consejo de Estado, que habría elaborado supuestamente la nota de prensa del PSOE en la que se revelaba contenido de las actuaciones procesales. En dicha nota, se habría entremezclado presuntamente información falsa con información reservada del proceso y datos del expediente tributario". Y es que un día antes se publicó que la nota de prensa difundida por los socialistas en la que explicaban lo ocurrido el día anterior en el juzgado había sido escrita en el ordenador de la Dircom del Consejo de Estado.
También ese mismo martes la defensa de González Amador envió a El País una petición de rectificación sobre una información del diario de Prisa, que "es incompatible con la verdad", señalaba el escrito al que tuvo acceso Libertad Digital.
Y ayer, miércoles, la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid desestimó el recurso presentado por la Fiscalía y la Abogacía General del Estado por la investigación abierta contra el propio Ministerio Público por la filtración de información reservada sobre el novio de la presidenta. El TSJM respaldaba así la investigación acordada por el magistrado Francisco Goyena por un delito de revelación de secretos por funcionario contra la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, y el fiscal Julián Salto.
Se sucedían así tres días de vértigo en los que la presidenta había estado alejada de los focos. Hasta hoy. Díaz Ayuso concedió a primera hora una entrevista a Antena 3 donde, tirando de ironía, dijo: "Desde que salgo con el novio de Ayuso – nombre propio ya de González Amador a base de repetirse en prensa- estoy preocupada". "Esto es una montaña rusa, resulta que si no fuera mi pareja todo esto no estaría sucediendo", habría resuelto sus cuestiones "en Hacienda" y ahí se habría quedado. "No se habría llevado a estos extremos porque en qué inspección fiscal se ha visto que un fiscal general del Estado esté metido por el medio, filtrando datos; que la Abogacía General del Estado esté dando instrucciones para no llegar a acuerdos".
Se refería la jefa del Ejecutivo regional a la información publicada por Libertad Digital, en donde se daba cuenta que "el recién nombrado abogado general del Estado, David Vilas, ha paralizado un acuerdo inicial entre la defensa de Alberto González Amador, el abogado del Estado del caso y la Agencia Tributaria que eliminaba el delito de falsedad documental del procedimiento. Todo ello, después de que Hacienda constatara que el novio de la presidenta madrileña no utilizó "sociedades pantalla".
Y, "sentados como acusación popular, el PSOE y Más Madrid", resalto la presidenta. "¿De verdad que (todo) esto es normal?, ¿dónde quedan los derechos de ese ciudadano?", se preguntó. "No se pueden utilizar los poderes del Estado para arremeter contra el adversario político porque esto es a la venezolana. (…) Me parece todo una desproporción, esto es ya un circo y yo solo espero que haya justicia porque confío en ella y, después, saber quién metió la mano, quién filtró las cosas, cómo puede ser que desde ordenadores de altos cargos socialistas estén moviendo notas de prensa contra mi propia pareja. Es todo tan sórdido que a mí me preocupa porque ahora es mi pareja pero después será otro adversario político o un periodista incómodo".
No sería ésta la única pregunta sobre esta cuestión que este jueves debería afrontar Ayuso. En un acto en un acto celebrado en el Castillo de Batres y arropada por los suyos – le acompañaron 143 alcaldes y concejales de estas localidades- la prensa volvió a interesarse por ello. "Con respecto al caso del novio de Ayuso – volvió a decir, despertando risas entre los presentes-, vemos que es una situación anómala: cómo una inspección fiscal ha acabado preocupando al fiscal general del Estado y a la Abogacía General del Estado; como no hay problemas en España, tenemos que estar todo el día en un asunto en el que no solo se filtran los datos particulares de un ciudadano anónimo, anónimo hasta que fue el novio de Ayuso", sino que también ahora se frustra el pacto con la Fiscalía.
"Se están tirando los papeles, hay un follón tremendo, hay notas de prensa que se han filtrado desde ordenadores de altos cargos del PSOE… Lo normal", añadió irónica. "Y como acusación particular tenemos a los señores de Más Madrid y del PSOE, lo más normal también en un caso de una inspección fiscal".
En este punto Ayuso volvió a incidir en que Álvaro García Ortiz "debía haber sido cesado hace mucho tiempo por la utilización de los poderes del Estado contra un particular para hacer daño a un adversario político", algo que "no es propio de un Estado de derecho". "Confío en la Justicia, en que se siga el procedimiento normal y que no se le trate mejor que a ningún ciudadano, pero tampoco peor", concluyó despertando una inédita ovación entre los presentes en señal de apoyo.