
Este pasado sábado se produjo el descarrilamiento de un convoy sin pasajeros en el túnel que conecta las estaciones de Atocha y Chamartín. Este incidente sembró el caos en la estación dejando 18.000 afectados, 32 trenes cancelados e innumerables retrasos.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, mientras tanto, pasaba su fin de semana en Lugo, donde respondió ante algunos medios que cuestionaron que estuviese allí en pleno caos ferroviario en la capital. "¿Cree que yo soy el que saca los trenes? Renfe y Adif tienen dos presidentes, un equipo directivo muy potente y profesionales. Son ellos los que tienen que sacar adelante esto", dijo entonces.
Desde Renfe también han avanzado que el próximo fin de semana habrá nuevos cortes en el servicio ferroviario, puesto que el convoy aún sigue siniestrado en el túnel. Además, esta semana, como medida temporal, los trenes cuya procedencia o destino sea la zona de Levante saldrán y llegarán a Atocha en vez de a Chamartín.
En el accidente afortunadamente no hubo heridos, ya que en el tren solo viajaban a bordo dos técnicos y el conductor. Sin embargo, muchos viajeros se vieron afectados. Además, esta situación se agravó debido a que un joven se introdujo en una zona de acceso no autorizado y amenazó con suicidarse.
Este lunes se ha recuperado la normalidad en las vías, pero los usuarios siguen quejándose del servicio, teniendo en cuenta que además no han recibido ninguna explicación sobre las incidencias del fin de semana. La situación en Madrid sucede casi a diario, y entre los usuarios suele darse la misma denuncia: nunca se les ofrece información.
Sin embargo, Puente ha negado en TVE el problema: "¿El problema que tiene nuestra red ahora mismo es de falta de inversión? No. Yo diría que si tiene algún problema es precisamente el exceso de inversión. Estamos invirtiendo mucho para paliar años en los que se invirtió muy poco".
No existen alternativas a los túneles
José Trigueros, presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil, ha analizado el accidente en el programa En casa de Herrero de esRadio.
Pese a que en ocasiones el puente que une a Atocha y Chamartín genera problemas, Trigueros ha asegurado que su diseño es correcto y que "no tenía que haberse producido esto bajo ningún concepto". El ingeniero cree que, "solo viendo la foto" y aún sin tener gran conocimiento del problema, "diría que la unidad tractora ha dejado de funcionar y ha hecho que parte del tren se fuera hacia Atocha".
Para el ingeniero ha sido una suerte que el tren haya descarrilado sin víctimas, pues "el túnel está diseñado para ir a unos 50 kilómetros por hora, y podía haber alcanzado una velocidad de 120 o 130 kilómetros por hora." En este sentido, ha asegurado que si el tren llega a terminar en la Estación de Atocha podría haber provocado un desastre mucho mayor.
Buscar otras opciones a este sistema es muy complicado y "al igual que en el metro, no hay alternativa si un tren descarrila. Los trenes tienen que ir por los túneles, y aparte de las vías de escape para los viajeros, no se puede solucionar".
La Red de Alta Velocidad es segura
Tomar medidas en esta problemática es extremadamente difícil, puesto que "cuando el tren está fuera de control es prácticamente imposible hacer nada", ha comentado también. Sin embargo, una de las medidas que se tomó a raíz del accidente de Angrois fue el sistema de ERTMS, de forma que "en los trenes de alta velocidad, si la vía se ve invadida por algún agente extraño se detiene inmediatamente el tren".
En este incidente lo que ha sucedido, según el experto, es que el tren no tenía ningún control. "Creo que la unidad tractora posterior del tren ha dejado de funcionar y ha impedido que se pudiera parar el tren", ha vuelto ha insistir Trigueros.
Finalmente, el experto ha concluido mandando un mensaje de tranquilidad a la población, pues "esto solo ha sido un accidente". "La red de alta velocidad es segura", ha finalizado.


