
El exlíder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, ha explicado este lunes que el documento que enseñó en la Asamblea de Madrid es un "documento distinto" al que le pasó Pilar Sánchez Acera, la mano derecha del entonces director de Gabinete de Sánchez, Óscar López. Es decir, la jefa de Gabinete de López le había mandado un documento que, según le explicó, había sacado de los medios de comunicación pero que no fue el mismo que usó Lobato –que lo había cogido de una noticia de El Plural— en el pleno para cargar contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
"Lo que yo acredito –en la notaría— es que a mí me llega un documento, pero que luego El Plural publica una noticia con un documento distinto, y que lo que yo utilizo es el documento publicado", ha dicho el exlíder de los socialistas madrileños en una entrevista de Antena 3. Algo que hace, según ha manifestado, para quedar "cubierto" y acreditar que utilizó el documento del que sabía la procedencia.
Asimismo, el senador socialista no ha descartado presentarse a las elecciones autonómicas de 2027 asegurando que "en tres años en política todo puede pasar" después de haber dimitido tras las tensiones internas con la Ejecutiva de su formación, a la que acusó de haberle realizado un "linchamiento" público por haber trascendido su decisión de ir al notario para certificar las conversaciones sobre una supuesta revelación de datos con
En este marco, preguntado sobre si se presentaría en unas hipotéticas primarias contra el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el hasta hace unas semanas secretario general del PSOE de Madrid ha reiterado la firmeza del liderazgo de Sánchez, quien seguirá al frente de su partido, según ha augurado, hasta que "decida dedicarse a otra cosa".
Respecto a su decisión de acudir al notario, Lobato ha dicho no arrepentirse de haber llevado sus mensajes con la que fuera directora de Gabinete del exdirector de Gabinete de Sánchez, Pilar Sánchez Acera, que demostrarían su inocencia en la supuesta filtración de la negociación entre la Fiscalía y Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la presidenta madrileña. "Lo haría 100 veces más", se ha reafirmado.
Estos mensajes que Lobato compartió con Sánchez Acera, que era la jefa de Gabinete de Óscar López —ahora ministro para la Transformación Digital y líder del PSOE de Madrid tras la dimisión de Lobato—, demostrarían su exculpación en la filtración por la que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, está imputado por un delito de revelación de secretos.
Así, el exsecretario general de los socialistas madrileños ha reiterado que el correo que usó en la Asamblea de Madrid para cargar contra la presidenta madrileña fue una captura publicada en el diario El Plural y no el documento enviado por la dirigente socialista. Aún así, Lobato vio necesario registrar en la notaría esos mensajes, en los que él pedía a Sánchez Acera la procedencia del correo electrónico poniendo en duda que este viniese de la Fiscalía para no incurrir en un delito de revelación de secretos, que podría haberlo inhabilitado en su plaza de técnico de Hacienda. A este requerimiento, Sánchez Acera le habría respondido que era un correo que le había llegado de los medios de comunicación y no de la Fiscalía, aunque posteriormente el documento publicado por los medios fue otro distinto, según ha dicho Lobato.
Cambiaría de notaría
En este sentido, ha explicado en una entrevista en Antena 3 que, aunque no se arrepiente de llevar los mensajes ante notario sí que lo haría a otra notaría, ya que tiene "sospechas" de que la filtración que destapó que Lobato había acudido al notario salió de la misma notaría. "Si no salió de ahí, no me lo explico", ha destacado después de que esa noticia fuese el detonante de su dimisión como líder del PSOE-M.
Con esta decisión, según ha defendido, pretendía defender tanto a Sánchez Acera como a él mismo, ya que el documento era secreto y acreditaba que ambos actuaron legítimamente. "Es una copia secreta para mí por si el Tribunal Supremo me llama, que esté acreditado que tanto Pilar Sánchez Acera como yo actuamos con un origen legítimo", ha aseverado.
De la misma forma, ha descartado que la filtración fuese "una trampa" por parte de la directiva de su propia formación, aunque ha mantenido ser consciente de que, si "no hubiera tenido la prudencia de preguntar" y hubiese usado el correo electrónico sin verlo publicado en un medio de comunicación, hubiese estado "imputado en marzo" por un delito de revelación de secretos.