
José Luis Martínez-Almeida ha dejado claro que el Ayuntamiento de Madrid cumplirá con el patrocinio comprometido para La Vuelta Ciclista, pese a que la etapa final no pudo terminar en Cibeles por el boicot de la izquierda. Según el regidor, sería "injusto" que, además de la herida a la imagen internacional de Madrid, la organización sufriera también un golpe económico.
En una entrevista en Cope, el alcalde ha sido preguntado por los casi 400.000 euros que tanto el Consistorio como la Comunidad de Madrid habían comprometido para promocionar la ciudad en la etapa final, suspendida por las protestas propalestinas —350.000 euros de Almeida y 45.000 por parte de Ayuso, según varios medios—. "No puede ser que La Vuelta sufra el perjuicio. Tenemos un contrato de patrocinio y si La Vuelta no se pudo acabar no es porque la organización no hiciera todos los esfuerzos necesarios para que se pudiera celebrar", ha explicado.
Almeida ha defendido que la obligación moral de su Gobierno es "mantener y pagar ese patrocinio" al evento aunque, por primera vez en su historia, no pudiese concluir en Madrid. "Si por cualquier circunstancia administrativa esto no pudiera ser, pues articularíamos soluciones que permitieran solventar desde luego ese problema", ha asegurado.
El alcalde ha puesto además el foco en las responsabilidades del Gobierno central. Según ha señalado, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, "no quiso hacer su trabajo" y provocó un "desequilibrio" al priorizar la protección de una manifestación que, en sus palabras, "no fue pacífica".
Cree Almeida que los agentes del dispositivo "tenían las manos atadas para actuar, no contra los manifestantes pacíficos, pero sí contra aquellos que han sido identificados por haber cometido delitos en la época de la kale borroka y personas que tenían vínculos con grupos radicales, fundamentalmente de extrema izquierda".

