
Jimena González está de vuelta en la Asamblea de Madrid después de ausentarse durante dos semanas en las que se embarcó en una segunda flotilla que fue interceptada por Israel. Este jueves, ya de vuelta, ha querido contar su experiencia y arremeter contra el PP.
Lo hizo tras preguntar a la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, por las "actuaciones de ayuda humanitaria" puestas en marcha por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Pero nada en su intervención ahondó en la cuestión planteada. "Sobre estos proyectos estuvimos hablando hace unas semanas, usted estaría preparando la crema del sol y el palo selfie para salir en su crucero por el Mediterráneo", le replicó en primera instancia Dávila.
La diputada de Más Madrid acusó a la administración israelí, "bárbara y demente", de "vulnerar" sus derechos fundamentales al someterla a "violencia física y psicológica" y a "tratos degradantes" e "inhumanos".
Después, dirigiéndose personalmente al portavoz del PP en la Cámara de Vallecas, dijo: "Señor Pache, vaya semanas más malas le he dado, ¿eh? Sin parar de pensar en mí, sin parar de hablar de mí… (…) Parece que le ha parecido poco lo que me han hecho. Díganos, señor Pache, estas semanas que no ha parado de pensar en mí, ¿qué me hacían en sus fantasías más sádicas? Tengo verdadera curiosidad por saber cuánta violencia le habría parecido suficiente a usted".
La diputada de Más Madrid aseguró también que tardará en recuperarse de todo lo vivido durante su "secuestro", pero que lo volvería a hacer "una y mil veces" si con "cada una de esas torturas" consigue "mantener viva una chispa de esperanza en el pueblo palestino y de que el mundo no les ha abandonado, de que no están solos y de que seguiremos poniendo en peligro hasta nuestras vidas, hasta que el pueblo palestino sea libre desde el río hasta el mar".
Mientras Jimena González hablaba, su compañero de bancada, Pablo Padilla, sujetaba en la mano su móvil apuntando con la cámara a la bancada popular. De hecho, fue el único parlamentario de Más Madrid en no ponerse en pie cuando González terminó su encendida alocución.
"Pregunta sobre proyectos de ayuda humanitaria de la Comunidad de Madrid y sólo ha venido a hablar de usted", le afeó después la consejera. "Está muy nerviosa y ha venido de vacaciones en el mar", dijo Dávila, que reprochó que callen con el drama de Venezuela y ni feliciten a María Corina Machado por su Nobel de la Paz. Dávila pasó después a enumerar algunos proyectos que tiene en marcha el Ejecutivo autonómico como proteger a mujeres víctimas de "extrema violencia" en Mali, Haití o Sudán o llevar alimentos a familias saharauis. "Ayudar sin importar la ideología". Esa es la diferencia, dijo.
Una vez que la consejera concluyó su respuesta, y tras la ovación en pie de los populares, tomó la palabra Carlos Díaz Pache por alusiones. Invocó el artículo 114.1, que tiene que ver con "los juicios de valor que afectan a la dignidad u honor del diputado". El portavoz del PP explicó que lo hacía porque la diputada de Más Madrid había dicho que "tenía fantasías sádicas" con ella.
La bronca estaba servida. Los de Manuela Bergerot protestaron porque el presidente de la Cámara, Enrique Ossorio, concediera ese minuto a Pache. "Aquí se dicen muchas cosas pero, hombre, fantasías sádicas", justificó Ossorio.
"Este grupo se ha preocupado mucho más de usted que el grupo que le ha empujado a meterse en una misión que, si no hubiera sido por Israel, hubiera sido muy peligrosa para usted. Pero esa misión que ha hecho usted es un reflejo de sus políticas. Una misión que sabía que no iba a llegar a puerto, los detalles nunca se conocen, sabía que jamás podría llevar ninguna ayuda humanitaria, sabía que no iba a romper ningún bloqueo, sabía que no iba a ser decisiva en ninguna paz. Toda su misión ha sido un fracaso, un ejercicio de narcisismo político más absoluto, como todo lo que hacen. Y en cuanto la gente denuncia su narcisismo, se ponen a insultar a todo el mundo y no dejan hablar, como están haciendo ahora. ¡Son un meme, son una vergüenza! Ha habido paz y no ha sido por ustedes sino todo lo contrario!", afirmó Pache.
Mientras hablaba, las interrupciones de los diputados de Más Madrid se sucedían. El PP se puso en pie para aplaudirle y ahogar los gritos que se escuchaban desde la bancada de enfrente. El diputado Pablo Padilla continuó con las protestas y, tras llamarle al orden tres veces, Ossorio acabó por expulsarlo.
Padilla estuvo envuelto en polémica el año pasado cuando simuló disparar con una pistola mientras Isabel Díaz Ayuso se encontraba en el turno de palabra. "Lo que he hecho mientras Ayuso justificaba el genocidio es el gesto de los francotiradores de Israel asesinando a 14.000 niños. Mi gesto es una anécdota, lo de Netanyahu es un genocidio. Ojalá el PP se indignara con él la mitad que conmigo", explicó él mismo después en redes sociales. La Asamblea acabó sancionándole con una suspensión económica de 18 días naturales.

