"El 20-N de 2025 pasará a ser un día histórico para la democracia española: la justicia ha condenado a un fiscal general del Estado por cometer un delito con el único objetivo de atacar y dañar a un adversario político". Así arrancó Isabel Díaz Ayuso su declaración institucional ante los medios de comunicación, realizada desde la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, un día después de que el Tribunal Supremo condenase a Álvaro García Ortiz por un delito de revelación de secretos, tipificado en el artículo 417 del Código Penal, que afectan a su pareja, Alberto González Amador.
Estas primeras palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid no son baladí pues los medios afines al Gobierno de Pedro Sánchez han tratado de vincular el aniversario de la muerte de Franco con el pronunciamiento del máximo órgano jurisdiccional del país. "Estos hechos son propios de una dictadura", afirmó la jefa del Ejecutivo autonómico. Es por ello que considera que ayer, 20 de noviembre, se trató de "un día importantísimo para nuestra democracia: ha quedado demostrado que el Estado de Derecho funciona, a pesar de que quienes tenían la obligación de defenderlo y defender la Ley, se dedicaron a delinquir".
"Ayer los ciudadanos vieron cómo la Justicia española, poder del Estado que defiende y protege sus derechos fundamentales, funciona incluso frente al uso interesado de las instituciones y el abuso arbitrario del poder por razones políticas. Hemos visto cómo un ciudadano particular puede obtener la protección y la tutela de nuestros tribunales frente a los delitos que el poder del Estado pueda cometer contra él", dijo sobre su pareja.
Y es que Ayuso subrayó que "la revelación de secretos de un ciudadano por parte del fiscal general del Estado no sólo ha vulnerado derechos fundamentales de un español, es que muestra la vulnerabilidad de los de todos".
La presidenta, que mientras ha durado el juicio al fiscal general optó por un respetuoso silencio, salió este viernes a arremeter contra Pedro Sánchez, quien sí interfirió en mitad del proceso sentenciando la inocencia de García Ortiz desde las páginas de El País. "El presidente del Gobierno ha decidido dinamitar la separación de poderes y erigirse en juez y parte. Por eso ordenó que la Abogacía del Estado se querellase contra el juez que investiga a su mujer. Y por eso pretendió imponer la sentencia del fiscal al Supremo en mitad del juicio. Y también por eso se ordenó una maquinaria de fontaneros relacionados con distintas tramas de corrupción para arremeter contra jueces, fiscales y periodistas. Para impedir que hicieran su trabajo en libertad, para difamarles y amedrentarles".
Así, en este punto incidió en que "no es el fiscal general del Estado sino Pedro Sánchez quien se ha sentado en el banquillo de los acusados" ya que "él mismo afirmó que el fiscal dependía de él. Y el fiscal ha sido condenado. Él mismo dijo que habría que pedir perdón al fiscal mientras juntos borraban todo dispositivo digital con el ánimo de obstruir la labor judicial".
Habrá que esperar a leer la sentencia, pero todo parece indicar que el borrado masivo por parte de García Ortiz de todos sus dispositivos electrónicos es una de las principales pruebas de cargo contra él. Nadie borra las pruebas de su inocencia. Él lo hizo después de la filtración del correo con los datos reservados de González Amador que acabó llegando hasta La Moncloa. "En ninguna democracia liberal un fiscal depende del presidente del Gobierno y aún menos, cooperan coordinados en operaciones de Estado hasta llegar a ser condenados por el Tribunal Supremo", afirmó la presidenta madrileña.
En este punto, Ayuso advirtió sobre lo que puede estar pergeñando el presidente del Gobierno tras este varapalo judicial. Este mismo jueves, desde el Congreso de los Diputados, Sánchez avanzó que "vamos a defender la soberanía popular frente a aquellos que se creen con la prerrogativa de tutelarla". "Es experto en apagar incendios con más gasolina", señaló la presidenta. Así las cosas, reconoció que teme que Sánchez esté "preparando un escenario desquiciado de aquí a las próximas fechas: es su modus operandi".
"Nosotros deseamos que todo esto pare de una vez. Deseamos que España comience a replantearse la idea de una nueva Transición como consecuencia de la maravillosa obra de 1975, y que ahora celebramos todos con el aniversario de la espléndida Monarquía española. Todos menos el presidente del Gobierno, claro. Lo que es muy esclarecedor de lo que está pasando. Nuestra Nación se encuentra en el momento más delicado desde entonces, y llegados a este punto, sólo puede ganar o la autocracia o la libertad".
"¿Desde cuándo una democracia puede normalizar que el presidente del Gobierno utilice el poder del Estado de manera ilegal contra adversarios políticos?", se preguntó la presidenta, que pasó a advertir lo siguiente:
"Dentro de esta última campaña organizada desde el Gobierno, se ha pretendido vender que lo que aquí sucede es un choque de trenes, de iguales, donde debe haber ganadores y perdedores de relatos. En un caso, quiero recordar que nada tiene que ver con la Comunidad de Madrid salvo el ánimo de acabar por vías ilegítimas con quien la preside. Por eso aquí no gana nadie. Todos perdemos. Porque todo se rompe. Es un paso más hacia el guerracivilismo. El choque frontal contra todo, que venimos denunciando, por cierto, desde este Gobierno desde hace mucho. El presidente va al choque para que parezca que todo está enfrentado a culpas iguales: Moncloa- Sol; Supremo- Constitucional; Supremo- Moncloa; Justicia contra el presidente víctima, es decir, la justicia contra la democracia. Para llevar esta situación hasta las últimas consecuencias. Como si todos fuéramos lo mismo y buscáramos lo mismo.
Para crear dos bandos y que cada uno hable al suyo. Como si esto fuera de "los míos" y "los tuyos". Es decir: o la democracia populista de Sánchez o el golpe. Por eso pretendió que el fiscal saliera de este juicio absuelto o como inocente o como víctima, faltando, por tanto, al respeto a la labor del Tribunal Supremo y a la verdad. No hay derecho a causar tanto daño a las instituciones y a la convivencia de los ciudadanos.
España no se merece un gobierno que les mienta. Ni que les parta en dos. Ni que utilice el poder judicial, que le pertenece a todos los españoles, para fines políticos. Entre ellos, la permanencia en el poder a toda costa. Ni ningún funcionario, fiscal, abogado del Estado, nadie, debe sentir, ni de lejos, el aliento del poder político en su labor diaria.
Este ataque del aparato del Estado a un ciudadano no puede volver a repetirse. Ni se puede tolerar un día más que se intente poner al Estado a disposición del Gobierno para protegerle de su corrupción. Corrupción no se soluciona con más corrupción ( …)".
Para Ayuso, "si los españoles, voten lo que voten, de toda idea, procedencia y condición, no se unen en defensa de su democracia liberal, de la asunción de que nada ni nadie está por encima de las reglas que nos dimos, la separación de poderes, la convivencia y el Estado de derecho, la obra de nuestros padres y abuelos estará perdida. Y el daño, que ya está sucediendo, será irreparable".
Y es que "las autocracias destruyen el andamiaje constitucional, la separación de poderes y las instituciones al servicio del líder, desde dentro. Y lo siembran todo de zozobra, sospecha y venganza". Es este el proceso iniciado por el Gobierno, especialmente desde que salieran a la luz los casos que afectan a Begoña Gómez, mujer del presidente, argumentó. "Con o sin Parlamento; con o sin presupuestos; sin Senado; sin Poder Judicial; sin explicaciones".
La presidenta madrileña concluyó su alocución apelando "a la cordura de los españoles, la que parece no asistirle a su presidente. Los políticos estamos de ida y vuelta. Las instituciones, la imagen de España ante el mundo, la convivencia de los españoles, es lo que queda".
"¿Qué factura dejará el proyecto de Pedro Sánchez de seguir cayendo unos y otros en cada una de sus trampas?", se preguntó. "España es mucho más que eso. España no quiso una guerra en su momento y tampoco quiere esos bandos ahora. En ese siniestro muro que Pedro Sánchez ha levantado entre los españoles, que se quede él solo". Y es que "si quisiera un mínimo a España, lo que debe hacer es asumir de una vez que este juego ha llegado muy lejos. España necesita una nueva etapa de cordura, convivencia, y decoro y reputación institucional. Nos va la Nación en ello".

