
El consejero delegado del grupo sanitario Ribera, Pablo Gallart, ha renunciado a sus responsabilidades al frente del centro hospitalario de Torrejón de Ardoz. La dimisión se produce tras conocerse unas grabaciones en las que el directivo instaba a incrementar las demoras asistenciales en este centro público de gestión privada con el objetivo de elevar los beneficios económicos de la compañía.
Desde Ribera han comunicado que esta desvinculación busca preservar "los valores y la ética" del grupo. Asimismo, han anunciado la puesta en marcha de una auditoría interna exhaustiva para confirmar que se han respetado los estándares de calidad, la legalidad vigente y la correcta atención a los pacientes.
Tras este anuncio, la Consejería de Sanidad ha indicado que, dado que Pablo Gallart se ha desvinculado del centro hospitalario, desde el departamento se solicitará una nueva reunión con "el máximo responsable de la compañía", que esperan se pueda agendar "de manera inmediata", según han trasladado a Europa Press.
La salida del CEO de Ribera Salud ha llevado a anular este encuentro, que se había previsto de manera "inmediata" para este mismo jueves, y solicitar una nueva reunión con el "máximo responsable" de la compañía.
El escándalo ha sido utilizado inmediatamente por la izquierda política para cargar contra la gestión del Partido Popular. Tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como la ministra de Sanidad, Mónica García, han criticado el modelo de sanidad público-privada que sostiene el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid.
Por su parte, la empresa sanitaria ha querido subrayar que mantiene intacto su "compromiso con el sistema sanitario público" para continuar prestando la mejor atención posible.
