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Keiko Fujimori-Humala: en busca de los indecisos

A sólo seis días para la segunda vuelta, Keiko Fujimori y Ollanta Humala protagonizaron un debate en el que buscaron el voto de los indecisos.

A sólo seis días para la segunda vuelta, Keiko Fujimori y Ollanta Humala protagonizaron un debate en el que buscaron el voto de los indecisos.

Con las encuestas arrojando un empate técnico entre los candidatos y a una semana de las elecciones presidenciales peruanas, Ollanta Humala y Keiko Fujimori protagonizaron este domingo un debate sin sorpresas en el que intentaron captar el voto indeciso que puede definir los comicios.

A falta de anuncios novedosos, lo más interesante del debate -que tuvo como escenario el hotel Marriot del distrito limeño de Miraflores- fueron los ataques que se lanzaron uno y otro candidato con el objetivo de resaltar las debilidades de su oponente. Por un lado, Keiko Fujimori buscó debilitar a su oponente por su plan de gobierno y por los numerosos cambios que ha experimentado en las últimas semanas para intentar captar a los electores.

Por eso, Ollanta Humala trató de disipar la incertidumbre que su eventual gobierno podría generar en el medio económico, algo que puntualizó en varias ocasiones su rival, y se definió como una persona capaz de concertar y atraer técnicos como los que en las últimas semanas se han sumado a su propuesta. Además, garantizó la seguridad de las inversiones extranjeras: "Nosotros vamos a dar estabilidad jurídica y paz social en el país que es lo que requieren las inversiones en Perú". Así, se ha dirigido especialmente a los inversores, garantizándoles que solucionará los "problemas sociales" que "hoy agobian al país", rompiendo su tranquilidad y poniendo en riesgo la bonanza económica. Por eso, reveló que de resultar vencedor, designará a un equipo "responsable" con miembros "independientes", elegidos por sus méritos personales y no por su compromiso con el partido.

Por su parte, el nacionalista centró sus ataques en recordar los casos de corrupción y de violación de derechos humanos que se registraron durante el gobierno de Alberto Fujimori, con su hija Keiko como primera dama. A esto, Fujimori trató de distanciarse de lo que llamó "errores" que se cometieron durante el gobierno de su padre, condenado a 25 años de cárcel por violación de derechos humanos y delitos de corrupción.

Además, la líder del fujimorismo indicó que garantizará "el orden interno y la soberanía nacional, sin permitir intromisiones extranjeras", al tiempo que ha asegurado que no "defraudará" a la ciudadanía, puesto que no permitirá que sus hijas carguen con "una cruz tan grande" como la que ella ha soportado por "errores de terceros". Adelantó también que el suyo será un Gobierno de consensos: "Aprendamos juntos el reto de construir un Perú más justo, con más inclusión, con respeto a los que no piensan como nosotros, buscando nuestras coincidencias. Este es el tipo de gobierno que yo, Keiko Fujimori, quiero para mi país".

En cuanto a las medidas concretas, los dos candidatos coincidieron en muchas de sus propuestas, mientras que la falta de sorpresas o grandes golpes de efecto hace dudar sobre la capacidad que este último debate tendrá para atraer a uno y otro bando al electorado indeciso.

Con la prohibición de la publicación de nuevas encuestas ya vigente, los cuatro días que restan de campaña electoral deberán continuar a partir de este lunes a ciegas y sin conocer si este último debate logró influir en la voluntad del electorado peruano. Las encuestas que este domingo fueron publicadas por última vez antes de la contienda, según manda la ley, sitúan en menos de un punto porcentual la distancia entre Fujimori y Humala, y añaden que un 20% de la población aún no tenía decidido su voto hace sólo unos días.

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