Los saqueos indiscriminados que los alborotadores londinenses están llevando a cabo desde el pasado sábado no salen gratis. Cuando se cumplen cuatro madrugadas consecutivas de robos de tiendas, el Gobierno británico estima que el recuento de daños provisional es ya escalofriante: los actos vandálicos podrán costar a las arcas públicas más de 100 millones de libras, según The Guardian.
Este cálculo se ha llevado a cabo gracias a las negociaciones que está llevando a cabo el Gobierno con los afectados, por la que establecerán las indemnizaciones pertinentes. La legislación británica prevé un protocolo en estos casos, en los que las "revueltas o disturbios masivos y tumultuosos" causen daños a sus ciudadanos. Por el momento, más de 560 personas han sido ya arrestadas, más de 100 acusadas de delitos violentos y 32 han comparecido ante la justicia acusados de robo y daño a la propiedad.
En otro lugar queda el daño causado a la imagen pública de Reino Unido, especialmente con la inminencia de los Juegos Olímpicos. Mientras la mayoría de los barrios de la capital británica y varias ciudades del país amanecen alfombradas por los restos de las noches de violencia, comienzan a surgir dudas sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad para afrontar ese brote de violencia.