El asesino confeso de siete personas en Francia, Mohamed Merah, "disparaba como en un videojuego" a los agentes que asaltaron este jueves su domicilio en Toulouse, según relató Didier Durand, portavoz de la policía en Toulouse donde resultó muerto el presunto terrorista.
"Nunca habíamos visto nada igual. Disparó a todas partes (...) como en una película, como en un videojuego", declaró a la prensa Durand tras la operación de los cuerpos de élite de la policía francesa. Según el relato de los agentes, el presunto homicida, un joven francés de origen argelino de 23 años disparó con una ametralladora, aunque tenía otras armas.
Otros agentes que participaron en la operación comentaron tener los chalecos antibalas llenos de disparos, aunque sólo dos han resultado heridos y sus vidas no corren peligro.
Tras 32 horas de encierro en su domicilio, situado en la primera planta de un edifico de cinco pisos localizado en una zona residencial de Toulouse, que había sido evacuada y en la que se había cortado el alumbrado eléctrico y el abastecimiento de gas, la policía decidió intervenir.
Durante toda la noche, los agentes del cuerpo de élite RAID habían asediado la vivienda con explosiones de granadas para presionar al individuo. Éste había anunciado antes en varias ocasiones que se rendiría, pero cambió de parecer durante la noche y dijo que su intención era morir "con las armas en las manos".
El jefe de la RAID cuenta los detalles de la operación
"Estaba esperando en una posición de combate, con firme determinación". Así es como Amaury de Hautecloque, el jefe de la RAID, describe el momento en que se encontraron con el asesino de Toulouse, Mohamed Merah.
El grupo de operaciones especiales de la Policía francesa mantuvo el asedio a la vivienda donde estaba Merah durante 32 horas. Según Hautecloque, trataron de "cansarle" durante toda la noche, pero no dio resultado. "No fuimos nosotros. Ha sido Mohamed Merah el que lo ha escogido. Él anunció el miércoles a las 22.45 que quería morir con las armas en la mano y eso es lo que hizo", dijo en declaraciones recogidas por Le Monde.
El jefe de la RAID señaló también que es la "primera vez en mi vida que veo a alguien" protagonizar un ataque de forma paralela a un asalto policial. Y es que Merah se había hecho una especia de barricada, su propia "zona de combate" en el baño.
"Teníamos una idea muy clara de dónde estaba, pero debía ser comprobado", explicó Hautecloque. Es por esto que en todo momento y, sobre todo al entrar en el inmueble donde estaba atrincherado el asesino, se actuó con mucha cautela. El jefe de la RAID añadió que había dado órdenes de no emplear "armas letales", pero Merah les esperaba con tres pistolas Colt del calibre 45, el mismo modelo utilizado en los asesinatos. "Trató de matar a mis hombres que se protegieron en el balcón. Uno de ellos es probablemente uno de los francotiradores que luego le abate".
El jefe de la RAID contó también cómo hasta las 22.45 las negociaciones con el asesino se sucedían sin interrupción y Merah dio a la policía detalles de sus actos criminales. "Fue como un testamento antes de partir". Y es que engañó a los agentes cuando dijo que quería entregarse. Simplemente "quería descansar" para enfrentarse mejor después a los agentes.