L D (EFE) En un seminario de la Universidad de Miami, el encargado de la Casa Blanca para los Asuntos Interamericanos ha abogado por mantener el embargo a la isla para impedir que la "revolución" se exporte al resto de Latinoamérica. Los premios Nobel de la Paz han mostrado su disconformidad.
El encargado de los Asuntos Interamericanos de la Casa Blanca ha explicado que el objetivo de la Casa Blanca es llevar la democracia a Cuba y para ello trabajará con la comunidad internacional a fin de que se sume a la labor de ayudar a los cubanos a poner fin "a la dictadura". "El presidente está comprometido para ver el fin del régimen de (Fidel) Castro y el desmantelamiento del aparato que lo ha mantenido en el poder", manifestó el secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos. Roger Noriega afirmó que su gobierno apunta a esa meta porque Bush desea que EEUU ayude a llevar la democracia a Cuba y para ello trabajará con la comunidad internacional a fin de que se sume a la labor de ayudar a los cubanos a poner fin "a la dictadura".
"Francamente, queremos que más gobiernos latinoamericanos hablen de democracia en Cuba y en contra de la represión. Queremos que hablen de manera más clara", insistió. El responsable de la política estadounidense en el continente americano también defendió el embargo económico impuesto a Cuba en 1960 al considerar que ha impedido a Castro seguir exportando su revolución al resto de Latinoamérica "porque no tiene recursos".
Noriega disertó ante un auditorio a favor de mantener las restricciones a la isla caribeña, mientras que en el mismo hotel de Miami otros grupos cubano-americanos abogaban por levantar las sanciones estadounidenses. Frente a la posición oficial de EEUU, los ex presidentes estadounidense Jimmy Carter y Mijail Gorbachov, ambos premios Nobel de la Paz, se mostraron a favor de que Washington ponga fin al embargo sobre Cuba. Para Noriega, sin embargo, otro beneficio que ha generado el embargo es que ha obligado a Fidel Castro a permitir cambios económicos en Cuba. Noriega calificó el embargo como "una herramienta de nuestra política y no vamos a renunciar a ella".
El encargado de los Asuntos Interamericanos de la Casa Blanca ha explicado que el objetivo de la Casa Blanca es llevar la democracia a Cuba y para ello trabajará con la comunidad internacional a fin de que se sume a la labor de ayudar a los cubanos a poner fin "a la dictadura". "El presidente está comprometido para ver el fin del régimen de (Fidel) Castro y el desmantelamiento del aparato que lo ha mantenido en el poder", manifestó el secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos. Roger Noriega afirmó que su gobierno apunta a esa meta porque Bush desea que EEUU ayude a llevar la democracia a Cuba y para ello trabajará con la comunidad internacional a fin de que se sume a la labor de ayudar a los cubanos a poner fin "a la dictadura".
"Francamente, queremos que más gobiernos latinoamericanos hablen de democracia en Cuba y en contra de la represión. Queremos que hablen de manera más clara", insistió. El responsable de la política estadounidense en el continente americano también defendió el embargo económico impuesto a Cuba en 1960 al considerar que ha impedido a Castro seguir exportando su revolución al resto de Latinoamérica "porque no tiene recursos".
Noriega disertó ante un auditorio a favor de mantener las restricciones a la isla caribeña, mientras que en el mismo hotel de Miami otros grupos cubano-americanos abogaban por levantar las sanciones estadounidenses. Frente a la posición oficial de EEUU, los ex presidentes estadounidense Jimmy Carter y Mijail Gorbachov, ambos premios Nobel de la Paz, se mostraron a favor de que Washington ponga fin al embargo sobre Cuba. Para Noriega, sin embargo, otro beneficio que ha generado el embargo es que ha obligado a Fidel Castro a permitir cambios económicos en Cuba. Noriega calificó el embargo como "una herramienta de nuestra política y no vamos a renunciar a ella".