L D (Agencias) En declaraciones a la agencia Efe, Aguirre elogió este jueves al Gobierno por actuar en la Cumbre Iberoamericana como "un elemento de moderación" y añadió que las declaraciones relativas a su país fueron "matizadas de una forma más sensata" de lo que habrían sido "si España no hubiera moderado".
El embajador explicó que durante la cumbre habló con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, así como con algún otro representante del Gobierno, y agradeció y apreció que el Rey y el Ejecutivo español actuaran de "elemento moderador" en una reunión en la que el papel de anfitrión implica que "hay que ser más neutrales" que los "participantes normales". Aguirre detalló que, en las conversaciones con Moratinos y otras autoridades gubernamentales españolas que mantuvo durante la cita de Salamanca, comentaron "los intereses que España estaba avanzando" y, tal como quedó reflejado en un comunicado de la embajada, agradeció y reconoció la labor del Rey y el Gobierno como anfitriones y "elemento moderador".
Pero más allá de la diplomacia, las preocupaciones por la política exterior española pesan más que los elogios. Sobre la Cumbre de Salamanca lamentó que muchas de las conclusiones fueron "eclipsadas por los intereses de Cuba o de Venezuela", cuando deberían haber sido "relegados" ante cuestiones "de mucha más importancia" en Latinoamérica como la democracia o los derechos humanos.
El embajador se refirió así al desenlace de la polémica suscitada por las dos declaraciones anexas de la cita de Salamanca que afectaban a Cuba y a la política exterior estadounidense, en una de las cuales se utilizaba por primera vez en una cumbre iberoamericana el término "bloqueo" para pedir el fin del embargo económico, comercial y financiero de EEUU sobre la isla.
La redacción inicial del otro documento, consensuado por los ministros de Exteriores iberoamericanos, apoyaba las gestiones para lograr la extradición de EEUU a Venezuela del anticastrista Luis Posada Carriles, aunque sin nombrarle, pero, tras la polémica, el texto definitivo respaldó también la posibilidad alternativa de que no sea extraditado, sino juzgado en territorio estadounidense. Lamentó en este contexto que "muchas de las cosas que salieron de la Cumbre Iberoamericana han sido eclipsadas por los intereses de Cuba o de Venezuela", que debían haber quedado relegados ante "el interés de la democracia, los derechos humanos y cómo se van a afrontar esas oportunidades en el futuro", si bien precisó que entiende el "interés periodístico" que suscitan estos dos países.
Pero más allá de la diplomacia, las preocupaciones por la política exterior española pesan más que los elogios. Sobre la Cumbre de Salamanca lamentó que muchas de las conclusiones fueron "eclipsadas por los intereses de Cuba o de Venezuela", cuando deberían haber sido "relegados" ante cuestiones "de mucha más importancia" en Latinoamérica como la democracia o los derechos humanos.
El embajador se refirió así al desenlace de la polémica suscitada por las dos declaraciones anexas de la cita de Salamanca que afectaban a Cuba y a la política exterior estadounidense, en una de las cuales se utilizaba por primera vez en una cumbre iberoamericana el término "bloqueo" para pedir el fin del embargo económico, comercial y financiero de EEUU sobre la isla.
La redacción inicial del otro documento, consensuado por los ministros de Exteriores iberoamericanos, apoyaba las gestiones para lograr la extradición de EEUU a Venezuela del anticastrista Luis Posada Carriles, aunque sin nombrarle, pero, tras la polémica, el texto definitivo respaldó también la posibilidad alternativa de que no sea extraditado, sino juzgado en territorio estadounidense. Lamentó en este contexto que "muchas de las cosas que salieron de la Cumbre Iberoamericana han sido eclipsadas por los intereses de Cuba o de Venezuela", que debían haber quedado relegados ante "el interés de la democracia, los derechos humanos y cómo se van a afrontar esas oportunidades en el futuro", si bien precisó que entiende el "interés periodístico" que suscitan estos dos países.
El embajador prefirió en todo caso no comentar el contenido de los documentos aprobados por los líderes iberoamericanos en la Cumbre y dejar esa competencia al Departamento de Estado, "que está viendo otros renglones, otros intereses", de una forma "más amplia" que el papel desempeñado por España. Sobre la decisión del dictador cubano, Fidel Castro, de no acudir a Salamanca, el representante diplomático estadounidense recalcó que "la tiranía de Castro está presente en los cubanos dentro y fuera de la isla". En cuanto a las relaciones de España con la Venezuela que preside Hugo Chávez, el embajador reafirmó la preocupación de EEUU por el hecho de que el líder venezolano "esté comprando armas, aviones, embarcaciones, no sólo de España, también de Rusia y otros países".
A EEUU le interesa que Venezuela no sea "un elemento desestabilizador en una región que, por ende y por sí misma, es una región difícil de manejar, porque cada uno de los países tiene aspectos muy especiales", y le preocupa asegurarse de que las necesidades que Chávez argumenta para justificar sus compras de armamento sean "tan sanas" como dice que son. En este sentido, Aguirre recordó que el presidente venezolano "ha dicho con bastante aplomo que intenta exportar la revolución bolivariana a otros países", antes de concluir: "esa exportación yo no sé lo que significa, pero no es necesariamente apropiada".
A EEUU le interesa que Venezuela no sea "un elemento desestabilizador en una región que, por ende y por sí misma, es una región difícil de manejar, porque cada uno de los países tiene aspectos muy especiales", y le preocupa asegurarse de que las necesidades que Chávez argumenta para justificar sus compras de armamento sean "tan sanas" como dice que son. En este sentido, Aguirre recordó que el presidente venezolano "ha dicho con bastante aplomo que intenta exportar la revolución bolivariana a otros países", antes de concluir: "esa exportación yo no sé lo que significa, pero no es necesariamente apropiada".