
L D (Europa Press) La Eurocámara celebró un debate en el que los grupos instaron al régimen castrista a que liberen a todos los presos políticos y permitan que las Damas de Blanco puedan viajar a Bruselas a recoger el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia 2005 que el Parlamento no pudo entregarles el pasado diciembre debido a que no fueron autorizadas a salir de Cuba.
Estas reclamaciones forman parte de una resolución sobre la situación política en Cuba pactada por la mayoría de los partidos políticos que se aprobará este jueves y que "lamenta que no se hayan producido por parte de las autoridades cubanas las señales significativas que la UE viene reclamando en lo que se refiere al respeto pleno de las libertades fundamentales, en especial la libertad de expresión y de asociación política y condena el recrudecimiento de la represión así como el aumento de los presos de conciencia".
El texto considera "inconcebible que las personas sigan siendo encarceladas en Cuba por sus ideales y su actividad política pacífica", pide su "inmediata liberación" e insta al Consejo y a la Comisión Europea "a continuar adoptando cualquier acción que sea necesaria a este respecto".
Pero la dictadura castrista tiene un gran defensor en la cámara de Bruselas. El diputado socialista español Miguel Ángel Martínez que en mayo de año pasado ya pidió a los organismos de la Unión Europea que evitasen copatrocinar la resolución contra Cuba promovida por EEUU en el seno de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, ha anunciado que votará en contra.
Las razones que aduce el diputado del PSOE es que la resolución pactada no incluya las menciones que propuso el PSE al bloqueo estadounidense o a la prisión de Guantánamo, "la mayor violación de derechos humanos que se da en la isla", y aseguró que mañana votará en contra del texto. Sin embargo, el Grupo Socialista si apoyará la resolución.
La resolución es el resultado de la pregunta oral que formuló este miércoles el grupo liberal al Consejo, mucho más crítica con la decisión que adoptó la UE en junio de 2005 de suspender la aplicación de las sanciones diplomáticas y establecer un mayor contacto, tanto con las autoridades castristas como con los grupos opositores, una nueva estrategia que fue promovida por el Gobierno español.
La eurodiputada liberal Cecilia Malmström recordó que "la mayoría de esta casa decidió que no tendría que haberse tomado la decisión que se tomó el año pasado" de suspender las sanciones diplomáticas. "Un año más tarde vemos que la situación no ha hecho más que empeorar, tenemos que presionar a Castro y utilizar las fuerzas democráticas en la isla", dijo.
Finalmente, el texto final fue enmendado de manera que pueda ser apoyado por la mayoría de los grupos políticos con posturas que oscilan entre la acusación cerrada a la dictadura y una postura más transigente con la dictadura, defendida por los socialistas.
El eurodiputado del PPE José Ignacio Salafranca acusó al Gobierno de Fidel Castro de "hechos tan lamentables como la prohibición a las Damas de Blanco de acudir" a recoger el Premio Sajarov y del "desconocimiento de los más elementales derechos en la isla". "Yo recuerdo que cuando aprobaron el levantamiento de medidas pidieron la liberación inmediata e incondicional de las personas detenidas", dijo antes de aludir al incremento que denuncia la resolución.
Raimon Obiols (PSOE) manifestó por su parte la posición "clara" de su grupo de que "en el contexto actual no podemos sino certificar que las autoridades cubanas no han dado las señales esperadas en relación a la mejora de la situación de los derecho humanos". Sin embargo, consideró que "las perspectivas de avances son mejores en el clima actual que con la anterior política del Consejo que conducía a un callejón sin salida".
Como siempre, el único de los grandes grupos políticos que no apoyará la resolución será la Izquierda Unida Europea. Uno de sus miembros, el español Willy Meyer, se opuso al texto al considerar que la iniciativa común de resolución "destila por todos los poros una posición de un país con el que la UE mantiene una situación de excepción", cuyo fin reclamó. Manifestó que "Cuba tiene muchos defectos, pero es un ejemplo de cooperación Sur-Sur", destacó su prestación servicios públicos a pesar de ser un país pobre y opinó que "la UE no debe ir al dictado del departamento de Estado de Estados Unidos".
