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El presidente de Paraguay reconoce que tuvo un hijo cuando era obispo

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ex obispo católico, reconoció ser el padre de un niño de casi dos años, cinco días después de que se presentara contra él una demanda de filiación en nombre de la madre, que tiene 26 años. Lugo renunció al ministerio sacerdotal en diciembre de 2006.

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ex obispo católico, reconoció ser el padre de un niño de casi dos años, cinco días después de que se presentara contra él una demanda de filiación en nombre de la madre, que tiene 26 años. Lugo renunció al ministerio sacerdotal en diciembre de 2006.
L D (EFE) La denuncia fue formulada en vísperas del primer aniversario de la victoria electoral, el 20 de abril de 2008, de la coalición de centroizquierda que encabezó Lugo, que tiene 58 años y hasta diciembre de 2006, cuando renunció para dedicarse a la política, fue obispo de la diócesis de San Pedro.

"Es cierto que hubo una relación con Viviana Carrillo", afirmó Lugo en un mensaje al país en el que declaró que asume "todas las responsabilidades que pudieran derivar de tal hecho, reconociendo la paternidad del niño".

Tramitada en Encarnación, en el sur del país, la denuncia había acaparado los medios de comunicación durante la Semana Santana, con conjeturas y comentarios, pero Lugo se mantuvo un silencio absoluto e hizo saber mediante sus allegados que hablaría este martes, durante la rueda de prensa semanal.

Sin embargo, el gobernante adelantó su comparecencia pública y en un breve mensaje admitió hoy su relación con Viviana Carrillo, la joven de 26 años cuya firma fue estampada en la demanda promovida por dos abogados de esa región del país.

Reconoció asimismo ser el padre de Guillermo Armindo Carrillo, quien el 4 de mayo próximo cumplirá dos años de edad.

Las dudas se habían instalado en cuanto se conoció la denuncia porque la mujer desmintió haber rubricado la demanda en una breve nota, sin firma, que entregó el mismo miércoles a los periodistas que montaban guardia ante su vivienda en Fernando de la Mora, localidad aledaña a Asunción.

Además, los principales colaboradores de Lugo desacreditaron el procedimiento judicial e, incluso, involucraron a los abogados que la presentaron en el juzgado, Walter Acosta y Claudio Costinchok, en una maniobra política o de intento de extorsión al gobernante.

"Como paraguayo, como presidente de la República, como cristiano y laico no he querido apresurarme a dar respuesta durante este consagrado tiempo", argumentó Lugo al justificar el encierro en el que se mantuvo estos días, pues no acudió a ningún acto religioso.

Lugo renunció al ministerio sacerdotal en diciembre de 2006 para dedicarse a la política. En ese momento era obispo emérito de la diócesis de San Pedro, en el centro del país y la región más pobre, de donde es oriunda la madre del niño. El Vaticano, que en enero del 2007 suspendió a Lugo "a divinis" por entrar en política , le concedió la vuelta al estado laico el 20 de julio del 2008, dos semanas antes de que asumiese la Presidencia de Paraguay.

Hoy, Lugo agregó que "a partir de este momento" y en atención al interés superior de "la privacidad del niño y a las altas responsabilidades que al mismo tiempo me impone el ejercicio de la Presidencia, no formularé más declaraciones sobre el tema".

Uno de los abogados del mandatario, Marcos Fariña, admitió que se reunió dos veces con los abogados que invocaron la representación de la mujer para llegar a un acuerdo económico y evitar que el asunto se divulgara.

Viviana Rosalith Carrillo Cañete, según se detalla en la demanda de filiación que fue publicada en los diarios nacionales, asegura que ella era muy joven cuando conoció a Lugo, en la casa de su madrina, Edith Lombardo, en Choré, localidad de la región de San Pedro, cuando el ahora gobernante era el obispo.

"Desde aquella tierna edad, el demandado me sedujo y empezamos a tener un relacionamiento amoroso, el cual se inició porque él se quedaba a dormir en la casa de mi madrina", asegura la mujer en una parte del escrito, aireado profusamente por la prensa.

El escándalo de la demanda de paternidad, en la que se exigía una prueba de ADN, estalló un día después de que el jefe de Gabinete de Lugo y su estrecho colaborador Miguel Ángel López Perito, renunciara al cargo por desacuerdos con el modo de gestionar la entrega de un subsidio de ocho millones de dólares para apoyar a campesinos afectados por la sequía.

Aunque aseguró que su renuncia era irrevocable, López Perito retomó hoy el cargo y anunció que el jefe de Estado llevará a cabo una remodelación ministerial el próximo 20 de abril, al cumplirse un año desde que al frente de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) Lugo derrotara al Partido Colorado, que llevaba seis décadas en el poder.

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