L D (EFE) "Si a Chávez lo asesinan, la responsabilidad caerá por entero sobre el presidente de Estados Unidos", afirmó Castro durante la clausura de un encuentro internacional de economistas en La Habana. Vestido de uniforme verde olivo y en una buena forma, a juzgar por las seis horas en las que se prolongó su intervención, el dictador, de 78 años, destacó el papel "definitivo" de Chávez en Iberoamérica, denunció supuestos planes de agresión de EEUU y repasó algunos aspectos de la política interior.
Castro, que ha perdido varios kilos de peso tras la caída que le obligó a someterse a una operación de rodilla el pasado octubre, se mostró especialmente preocupado por la seguridad de Hugo Chávez, su principal socio y aliado.
"Ya conmigo perderían (los Estados Unidos) el tiempo: esto no tiene remedio, ha avanzado mucho, pero aquello (la revolución bolivariana del ex golpista Cháez) está en una etapa decisiva", afirmó. "Sé lo que digo, porque hay que luchar por preservar una vida antes de que lo maten, frente a un imperio que tiene como método predilecto matar dirigentes", añadió, tras advertir de que responsabilizará a Bush de un posible intento de asesinato contra el mandatario venezolano. Según Castro, que sojuzga Cuba desde hace 46 años, EEUU "está rabioso" con Venezuela; "si pueden liquidar a Chávez, lo liquidarán, porque hoy el presidente Chávez juega un papel decisivo", agregó.
Sostiene que el "ataque" de EEUU a Cuba "nunca fue más probable que ahora"
El dictador denunció los supuestos planes de agresión de EEUU contra la Isla, y afirmó que su régimen no va a cometer la "estupidez" de fabricar armas nucleares o químicas, a pesar de lo cual Washington "puede intentar una provocación". "Están desesperados. El ataque nunca fue más probable que ahora", profirió.
"A mí no me preocupa. (...) Nosotros estamos haciendo todo lo posible para que nada pueda cambiar el curso de este país, de esta revolución", agregó. Según el tirano, Cuba ha avanzado en "invulnerabilidad militar". Como seis horas dan para casi todo, se puso a hablar de lo que dice que haría en caso de que Washington atacara: "Yo estaré en la ciudad capital. Éste es mi lugar, lucharé hasta la muerte (...) El pueblo sabe que la orden de combatir está dada".
A juicio del anciando dictador, el "imperio" norteamericano "se derrumba". "Sólo hay que soplar; soplar ideas, sobre todo".
Por lo que hace al embargo, opinió que el pueblo estadounidense está "cansado" de "estupideces", y se mostró convencido de que una mayoría de legisladores del vecino del norte es contraria a "esas medidas absurdas, que no han logrado destruir la revolución y no lograrán destruirla".
Tras vaticinar el regreso al poder en Nicaragua de los sandinistas, que no han vuelto a disfrutarlo desde que se puso fin a su dictadura, Castro habló del presidente brasileño: "Somos amigos, y no he perdido la esperanza en el Partido de los Trabajadores ni en Lula".
También aludió a la suspensión de la circulación del dólar en la Isla, anunciada en octubre, y anunció que el peso convertible, la moneda local que el régimen comunista pretende que tenga el mismo valor que el dólar, "no se devaluará" con éste. "Vamos en pos de la invulnerabilidad económica, no estamos obligados a que nuestra moneda se devalúe frente a ese desprestigiado dólar", afirmó. Asimismo, dijo que el autofinanciamiento en divisas "fue un método nefasto", y que en el proceso hubo errores "que se escapan al control de cualquiera".
El encuentro de economistas en que intervino el tirano concluyó con críticas al neoliberalismo y una condena del embargo.
