L D (EFE)
Un policía y un terrorista marroquí murieron durante la operación antiterrorista llevada a cabo por las fuerzas de seguridad en Mequínez, mientras que otros tres agentes resultaron gravemente heridos.
La policía detuvo a 37 personas, entre ellas Taufiq Hanuichi, que podría estar implicado en los atentados terroristas del pasado 16 de mayo en Casablanca, así como a Mohsin Buarfa, buscado por la policía por su supuesta participación en el asesinato de dos policías y un gendarme. Estos dos terroristas podrían estar también implicados en el asesinato de un marroquí de confesión judía ocurrido en Casablanca.
Hanuichi y Buarfa formaban parte de una célula terrorista que dirigía Abdeluaheb Rebaa, recientemente condenado a la pena capital por el Tribunal de Apelación de Rabat por su implicación en los atentados de Casablanca. La operación policial se enmarcaba en las investigaciones de los atentados perpetrados el 16 de mayo de 2003 en Casablanca, en los que murieron 45 personas, entre ellas los 14 terroristas suicidas que los cometieron.
Más de un millar de personas han sido detenidas en Marruecos tras aquellos atentados, que fueron cometidos por grupos integristas marroquíes del entorno de la "Salafía Jihadía". Muchas de ellas han sido juzgadas ya en diferentes tribunales del país, que han pronunciado hasta ahora 16 condenas a la pena capital y varias decenas a cadena perpetua. Dos semanas después de los atentados suicidas de Casablanca, el gobierno marroquí aprobó una nueva ley antiterrorista que endurece las penas por actos de terrorismo, amplía el período de detención preventiva y facilita las condiciones de los registros domiciliarios.
La policía detuvo a 37 personas, entre ellas Taufiq Hanuichi, que podría estar implicado en los atentados terroristas del pasado 16 de mayo en Casablanca, así como a Mohsin Buarfa, buscado por la policía por su supuesta participación en el asesinato de dos policías y un gendarme. Estos dos terroristas podrían estar también implicados en el asesinato de un marroquí de confesión judía ocurrido en Casablanca.
Hanuichi y Buarfa formaban parte de una célula terrorista que dirigía Abdeluaheb Rebaa, recientemente condenado a la pena capital por el Tribunal de Apelación de Rabat por su implicación en los atentados de Casablanca. La operación policial se enmarcaba en las investigaciones de los atentados perpetrados el 16 de mayo de 2003 en Casablanca, en los que murieron 45 personas, entre ellas los 14 terroristas suicidas que los cometieron.
Más de un millar de personas han sido detenidas en Marruecos tras aquellos atentados, que fueron cometidos por grupos integristas marroquíes del entorno de la "Salafía Jihadía". Muchas de ellas han sido juzgadas ya en diferentes tribunales del país, que han pronunciado hasta ahora 16 condenas a la pena capital y varias decenas a cadena perpetua. Dos semanas después de los atentados suicidas de Casablanca, el gobierno marroquí aprobó una nueva ley antiterrorista que endurece las penas por actos de terrorismo, amplía el período de detención preventiva y facilita las condiciones de los registros domiciliarios.
