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Rabat se deshace de los últimos testigos españoles

Rabat ha conseguido su objetivo de eliminar testigos incómodos a la represión en el Sahara. La pasada noche consiguió localizar a los periodistas de Antena 3 que todavía estaban en la zona. Sin dar explicaciones, requisaron sus pasaportes y los expulsaron. También han echado del Sahara a dos activistas.

Tras la expulsión de los periodistas de la SER, la retirada de la acreditación del corresponsal de ABC y varias declaraciones insultantes contra la prensa española, los últimos reporteros de nuestro país en la zona han llegado este miércoles a España por orden de Rabat. Tres periodistas en la zona de Antena 3 y su guía fueron localizados y expulsados, sin contemplaciones, del Sahara este mismo miércoles. Según ha explicado a LD la productora, Nuria Álvarez, el grupo fue encontrado en el hotel donde se alojaban este martes por la noche, cuando agentes de Inteligencia, la gendarmería y el Ejército les exigieron hasta en cuatro ocasiones los pasaportes, les mantuvieron retenidos en el edificio y finalmente les indicaron que tenían que abandonar el país.

La productora indicó que les dijeron que estaban "buscando a tres periodistas" y sin darles ninguna explicación les pidieron la documentación. Esgrimían un móvil con una foto donde se veía a uno de ellos, Iván López, retransmitiendo información desde El Aaiún en un informativo de la cadena.

Los periodistas no pudieron salir del hotel hasta que no llegó el funcionario de la residencia del Depositario de Bienes de España en El Aaiún, que cumple funciones consulares. El grupo pasó la noche en la residencia y este mediodía partió su vuelo hacia España. Cuando la productora habló con LD, estaban a la espera de embarcar y las fuerzas de seguridad tenían de nuevo su documentación.

Álvarez confirmó que era el último grupo de periodistas en la zona después de las expulsiones decretadas por Rabat. Sobre lo que han visto en el Sahara, insistieron en que El Aaiún "sigue totalmente tomado por los militares, la gendarmería y los antidisturbios", que se sitúan en "puntos estratégicos" como la entrada a barrios conflictivos, la televisión o la radio. En la calle hay "muchas tiendas quemadas" y "la gente tiene miedo". Los saharauis con los que han hablado insisten en que no saben "la cantidad de muertos que puede haber" y que hay gente "que sigue desaparecida".

En el mismo avión que iban a coger los periodistas viajaron los dos activistas prosaharauis que aún estaban en El Aaiún, la catalana Isabel Terraza y el mexicano Antonio Velázquez, de la asociación Resistencia Saharaui. Por la tarde, a su llegada a Gran Canaria, ambos aseguraron haber sido testigos de un "genocidio", informa Efe. También solicitaron una intervención "urgente" del Gobierno y de la ONU.

Los dos recalcaron el hecho de que ya no quedará nadie para contar lo que pasa en el Sahara. "Hay muchos saharauis que no pueden decir al mundo que están siendo masacrados", dijo Velázquez, quien pidió una investigación de lo ocurrido. Criticaron con dureza la actuación del Ejecutivo y dijeron no entender cómo desde Exteriores no se condena la represión en la zona. También reclamaron la celebración de un referéndum por la independencia y se mostraron convencidos de que si la situación continúa así, habrá guerra. 

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