LD (Agencias)
Así lo pusieron de manifiesto en el transcurso de una Conferencia Internacional celebrada en Nueva York, bajo el título: "Luchando contra el Terrorismo por la Humanidad", a la que asistieron una docena de presidentes de Gobierno y jefes de Estado. Entre ellos, el presidente del Gobierno español, Jose María Aznar, y los presidentes de Francia, Jacques Chirac; de Italia, Silvio Berlusconi; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Perú, Alejandro Toledo, además del primer ministro de Noruega -país que organizaba el evento- Kjell Magne Bondevil.
El primer ministro noruego fue uno de los líderes mundiales que puso el acento en la necesidad de favorecer el apoyo a los países desfavorecidos porque "tal y como nos ha enseñado la historia, los terroristas aprovechan la debilidad de algunos países para operar y planear horrendos ataques". El secretario general de la ONU, Kofi Annan, que inauguró la sesión, también señaló que "para luchar contra el terrorismo, no sólo tenemos que combatir a los terroristas", sino que hay que "trabajar en pos de una visión de paz y desarrollo y promover los derechos humanos".
El presidente de Brasil fue uno de los que hizo más hincapié en defender que "la promoción del desarrollo, es la mejor manera de construir sociedades sanas y libres de terroristas". El presidente del Perú, Alejandro Toledo, apuntó como solución al terrorismo, "la consolidación de la democracia con amplia participación ciudadana, y el logro del desarrollo humano de las poblaciones".
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Jose María Aznar, negó que las acciones violentas puedan tener justificación, al afirmar que quien comete acciones terroristas "en nombre de una patria, un Dios o un modelo de organización económica y social, no es un patriota, ni un creyente, ni un idealista, sino un asesino". Frente al terrorismo, Aznar abogó por promover la colaboración internacional, aumentar la atención a las víctimas, y rechazar la existencia de causa alguna que justifique el uso de la violencia. Coincidiendo con Aznar, el presidente de Francia, Jacques Chirac, aseguró que "de ninguna manera se pueden justificar los crímenes que tienen como objetivo a la población civil".
La Conferencia Internacional prestó, en este sentido, una especial atención a las víctimas del terrorismo, con los testimonios que ofrecieron supervivientes de los atentados de Bali y del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, además de representantes de las organizaciones españolas "Basta Ya" y "Asociación de Víctimas del Terrorismo".
El primer ministro noruego fue uno de los líderes mundiales que puso el acento en la necesidad de favorecer el apoyo a los países desfavorecidos porque "tal y como nos ha enseñado la historia, los terroristas aprovechan la debilidad de algunos países para operar y planear horrendos ataques". El secretario general de la ONU, Kofi Annan, que inauguró la sesión, también señaló que "para luchar contra el terrorismo, no sólo tenemos que combatir a los terroristas", sino que hay que "trabajar en pos de una visión de paz y desarrollo y promover los derechos humanos".
El presidente de Brasil fue uno de los que hizo más hincapié en defender que "la promoción del desarrollo, es la mejor manera de construir sociedades sanas y libres de terroristas". El presidente del Perú, Alejandro Toledo, apuntó como solución al terrorismo, "la consolidación de la democracia con amplia participación ciudadana, y el logro del desarrollo humano de las poblaciones".
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Jose María Aznar, negó que las acciones violentas puedan tener justificación, al afirmar que quien comete acciones terroristas "en nombre de una patria, un Dios o un modelo de organización económica y social, no es un patriota, ni un creyente, ni un idealista, sino un asesino". Frente al terrorismo, Aznar abogó por promover la colaboración internacional, aumentar la atención a las víctimas, y rechazar la existencia de causa alguna que justifique el uso de la violencia. Coincidiendo con Aznar, el presidente de Francia, Jacques Chirac, aseguró que "de ninguna manera se pueden justificar los crímenes que tienen como objetivo a la población civil".
La Conferencia Internacional prestó, en este sentido, una especial atención a las víctimas del terrorismo, con los testimonios que ofrecieron supervivientes de los atentados de Bali y del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, además de representantes de las organizaciones españolas "Basta Ya" y "Asociación de Víctimas del Terrorismo".
