L D (EFE) El presidente, Jacques Chirac, condenó "solemnemente" los "abominables e intolerables" actos perpetrados en el cementerio de Herrlisheim. Allí han aparecido cruces gamadas y frases a favor de Hitler, así como la expresión alemana "Juden raus" ("Judíos fuera"), inscritas sobre 127 lápidas.
"He conocido con horror estos actos muy graves de profanación", dijo Chirac, que expresó su "conmoción en nombre de todos los franceses", al igual que el primer ministro, Jean Pierre-Raffarin, que pidió una "reacción de indignación colectiva".
"Esta profanación, que se inscribe en una serie de atentados recientes contra los cultos judío y musulmán, debe ser firmemente condenada, y será combatida con una determinación total", afirmó Raffarin. El primer ministro dijo haber cursado "instrucciones inmediatas a la Policía" para que busque, arreste y presente ante la Justicia a los autores de estos actos "odiosos".
En un gesto que busca mostrar la firme voluntad del Gobierno galo en la lucha contra el antisemitismo, el ministro del Interior, Dominique de Villepin, viajó este mismo viernes hasta Herrlisheim para asegurar que la investigación de los hechos se lleve a cabo "lo antes posible".
Villepin calificó la profanación como "contraria al espíritu de nuestra democracia"; y añadió: "Cada uno de nosotros tiene que sentirse concernido por estos actos, debe asumir su responsabilidad". Asimismo, pidió a la ciudadanía luchar "contra toda forma de racismo y xenofobia".
"He conocido con horror estos actos muy graves de profanación", dijo Chirac, que expresó su "conmoción en nombre de todos los franceses", al igual que el primer ministro, Jean Pierre-Raffarin, que pidió una "reacción de indignación colectiva".
"Esta profanación, que se inscribe en una serie de atentados recientes contra los cultos judío y musulmán, debe ser firmemente condenada, y será combatida con una determinación total", afirmó Raffarin. El primer ministro dijo haber cursado "instrucciones inmediatas a la Policía" para que busque, arreste y presente ante la Justicia a los autores de estos actos "odiosos".
En un gesto que busca mostrar la firme voluntad del Gobierno galo en la lucha contra el antisemitismo, el ministro del Interior, Dominique de Villepin, viajó este mismo viernes hasta Herrlisheim para asegurar que la investigación de los hechos se lleve a cabo "lo antes posible".
Villepin calificó la profanación como "contraria al espíritu de nuestra democracia"; y añadió: "Cada uno de nosotros tiene que sentirse concernido por estos actos, debe asumir su responsabilidad". Asimismo, pidió a la ciudadanía luchar "contra toda forma de racismo y xenofobia".
El ministro expresó la "conmoción e indignación" de toda Francia al presidente del Consistorio Judío del Alto Rin, Pierre Dreyfus, que se mostró "aterrado" por lo sucedido y afirmó: "Cuando se ataca a los muertos, se ataca a los vivos".
Además del Gobierno, los principales partidos franceses, desde el Partido Socialista (PS) hasta el ultraderechista Frente Nacional, han condenado la profanación, que se produce dos días después de que se suscitara en el Hexágono una viva polémica política sobre el antisemitismo.
El pasado miércoles los diputados del PS abandonaron la Asamblea Nacional (Cámara Baja) después de que el ministro de Economía, Nicolas Sarkozy, acusara al anterior Gobierno, encabezado por el socialista de Lionel Jospin, de haber "hecho creer a los Estados Unidos que Francia era un país antisemita".
En las últimas semanas los incidentes e inscripciones de carácter racista se han sucedido en Estrasburgo (noreste), donde han aparecido tanto cruces gamadas como inscripciones anti-árabes.