
Asimismo, opinó que los obstáculos que han impedido la rúbrica son dos: la extensión y el grado de autonomía de las provincias kurdas (son tres, pero los kurdos quieren también la ciudad petrolera de Kirkuk) y la exigencia de los kurdos de que se incremente el monto que perciben de los ingresos procedentes de la venta de crudo. En la actualidad se destina a las tres provincias kurdas el 17 por ciento de lo que ingresa el país por ello, pero los kurdos pretenden percibir el 25.
Por otra parte, la sesión inaugural del nuevo Parlamento tendrá lugar el próximo miércoles, haya o no acuerdo para la conformación del Gobierno. La AIU cuenta con 140 de los 275 escaños de la Cámara; la lista kurda, que quedó en segundo lugar en las elecciones, posee 76 bancas. La formación del ex primer ministro Iyad Alaui (chií laico) dispone de 40 escaños, pero ha quedado “fuera de juego” en las negociaciones sobre el reparto de poder.
"Estamos dispuestos a sacrificar la presidencia a un suní si ellos (los chiíes) sacrifican el puesto de primer ministro a los kurdos", dijo Saleh, cuyas declaraciones difundió este domingo la televisión Al Arabiya.
Tanto los kurdos como los chiíes se habían mostrado hasta ahora partidarios de integrar a los suníes –pese a que buena parte de ellos no acudió a las urnas y, por ello, no cuentan apenas con representación parlamentaria– en las nuevas instituciones, pero la concreción de estas intenciones se está revelando problemática.
