
L D (EFE) La autenticidad del texto, que no explicaba cuando ocurrió el supuesto incidente armado, no ha sido verificada aún por otras fuentes.
El mando militar norteamericano en Irak informó el miércoles de la muerte de un ciudadano británico y su conductor iraquí tras un ataque de los insurgentes a su convoy en la autopista del norte de Irak, cerca de la localidad de Baiji. Ambos cayeron en una emboscada cerca de una central eléctrica, en la que trabajaban como vigilantes, explicó el comandante Neal O'Brian, portavoz de las fuerzas estadounidenses destacadas en la cercana provincia de Tikrit.
Un tercer hombre, también extranjero, pero cuya nacionalidad se desconocía, había sido dado por desaparecido, agregó el militar norteamericano. Fuentes de la policía iraquí informaron, por su parte, de un asesinato similar en la misma zona de un ingeniero japonés que trabajaba para las fuerzas de la Coalición.
Desde que abril de 2004 comenzara la denominada "crisis de los rehenes", más de 180 ciudadanos extranjeros han sido secuestrados por grupos radicales islámicos en Irak. Muchos de ellos han sido puestos en libertad, cerca de una veintena siguen retenidos y varios otros han sido asesinados por sus captores.
Los dos grupos más sanguinarios hasta la fecha son Ansar al Sunna y la organización de Al Qaida en Mesopotamía, que dirige Abu Musab al Zaraqaui, ambos vinculados a la red terrorista internacional que lidera el extremista de origen saudí Osama bin Laden. Los últimos en ser secuestrados han sido ocho ciudadanos chinos, capturados el pasado martes.
Sus captores dieron un plazo de 48 horas al Gobierno de Pekín para que aclarase cuál es su posición respecto al conflicto de Irak, o de lo contrario amenazaba con asesinarlos.
Un tercer hombre, también extranjero, pero cuya nacionalidad se desconocía, había sido dado por desaparecido, agregó el militar norteamericano. Fuentes de la policía iraquí informaron, por su parte, de un asesinato similar en la misma zona de un ingeniero japonés que trabajaba para las fuerzas de la Coalición.
Desde que abril de 2004 comenzara la denominada "crisis de los rehenes", más de 180 ciudadanos extranjeros han sido secuestrados por grupos radicales islámicos en Irak. Muchos de ellos han sido puestos en libertad, cerca de una veintena siguen retenidos y varios otros han sido asesinados por sus captores.
Los dos grupos más sanguinarios hasta la fecha son Ansar al Sunna y la organización de Al Qaida en Mesopotamía, que dirige Abu Musab al Zaraqaui, ambos vinculados a la red terrorista internacional que lidera el extremista de origen saudí Osama bin Laden. Los últimos en ser secuestrados han sido ocho ciudadanos chinos, capturados el pasado martes.
Sus captores dieron un plazo de 48 horas al Gobierno de Pekín para que aclarase cuál es su posición respecto al conflicto de Irak, o de lo contrario amenazaba con asesinarlos.
