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Democracia real ya: sin novedad en el campamento

Los miles de concentrados en la Puerta de Sol dirigieron buena parte de sus gritos contra Aguirre. La lluvia mermó la presencia de más gente.

En torno a 400 personas han amanecido esta mañana en la madrileña puerta del Sol, después de la tercera noche de acampada organizada por la organización 'Democracia Real Ya'. Son los últimos irreductibles, los que han pasado la noche en el campamento improvisado, después de las protestas que se celebraron ayer por la tarde. 

En ellas, miles de personas se manifestaron este miércoles en la puerta del Sol, a pesar de que la Junta Electoral Provincial prohibió la protesta. A las siete de la tarde, ya era difícil caminar por el céntrico enclave madrileño. Cientos de personas se congregaban para gritar contra "el sistema", contra "los políticos" y contra "la banca". Algunos se refugiaban de la lluvia en tiendas de campaña, mientras otros optaban por gritar al aire libre.

La Policía controlaba, en todo momento, cualquier acceso a la Puerta del Sol. En la calle Preciados, así como en la salida del metro Sol para la calle Mayor, varios agentes pedían a los asistentes el DNI para poder acceder al lugar de la protesta.

Los incidentes fueron escasos, pero existieron. Antes de que la gente comenzara a gritar en masa, un joven con una cresta roja amenazaba a un fotógrafo con romperle la cámara si no dejaba de fotografiar el evento. El fotógrafo hacía oídos sordos, mientras este seguía insultándolo y diciéndole que, como siguiera haciendo fotos, le metería "la cámara por el culo". Finalmente, el fotógrafo se mudó de lugar.

La masa que asistió a la manifestación del miércoles a Sol era diversa: antisistemas, estudiantes, okupas, jubilados, adultos y jóvenes. La puerta del Sol olía a porro y a cerveza, y los vendedores ambulantes de alcohol hicieron su agosto en la concentración.

Los gritos y las proclamas fueron las habituales de los últimos días: "No nos representan", "No somos antisistema; el sistema es anti-yo"... pero se sumó un nombre propio a las proclamas: el de Esperanza Aguirre. De hecho, si hubo un nombre en concreto en las protestas, no fue ni el de Rodríguez Zapatero, ni el de Rajoy, o el de cualquier otro político del ámbito nacional: el blanco de la mayor parte de las críticas fue la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Así, varios manifestantes protestaron contra la privatización de servicios públicos, lanzaron peinetas al edificio de la presidencia autonómica, e insultaron y pitaron a los fotógrafos que se asomaban de él. El grito más habitual: "Espe, espe, espe, especulación".

Hubo protestas ambiguas, del estilo "PP y PSOE, la misma mierda es", así como una representación teatral en la que, un actor, interpretaba a Zapatero humillando al obrero y simpatizando con la banca. Tras el acto del imitador del actual presidente del Gobierno, intervenía una actriz que representaba al Partido Popular, siguiendo la misma hoja de ruta: pisando al trabajador, y aceptando el dinero del empresario.

En cuestión de edades, los más habituales superaban la treintena. La presencia de jóvenes en la manifestación fue, más bien, justita. De hecho, abundaban los que peinaban canas, y en la protesta se pudo ver a más de un veterano comunista.

La noche avanzaba, y la masa se iba diluyendo poco a poco. Algunos de los que permanecían se refugiaban en las tiendas de campaña, en las que cenaban pasta y comida rápida. A las doce de la noche, la puerta del Sol contaba aún con bastantes manifestantes, aunque la madrileña plaza no estaba repleta.

En esos momentos, era muy fácil acceder a las llamadas 'comisiones'. LD tuvo la oportunidad de acceder a la llamada 'Comisión de Acciones'. Esta, entre otras cosas, pretende realizar actividades en medios de transporte público, organiza las tareas de limpieza e intenta mantener una hoja de ruta para seguir. Y matizo el "intenta" porque, como uno de sus propios miembros dice, "mañana veremos lo que haremos".

Un asistente preguntaba a una portavoz de esta comisión por qué no dejaban acceder a los medios de comunicación a estas. Según el portavoz, "ni un solo medio" ha dicho la verdad sobre el llamado 'Movimiento 15-M'. Asegura que todos los medios "están manipulados", y que no quiere que "manipulen sus acciones".

A la una de la madrugada, gran parte de los manifestantes aún permanecían en Sol, aunque un buen número de ellos se fue a su casa. La lluvia también mermó la presencia del personal en la madrileña plaza. Hoy será otro día para los 'indignados'.

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