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Rajoy denuncia que el Gobierno abandona a España para servir a Rubalcaba

Con vehemencia, y varias veces, Rajoy exigió elecciones anticipadas ante la Junta Directiva del PP. Denunció dejación de funciones del Gobierno.

Con vehemencia, y varias veces, Rajoy exigió elecciones anticipadas ante la Junta Directiva del PP. Denunció dejación de funciones del Gobierno.

Fue su discurso más vehemente desde las elecciones autonómicas y locales del veintidós de mayo. Ante el órgano más importante entre congresos, la Junta Directiva Nacional, Mariano Rajoy reforzó en contundencia su intervención y atacó con firmeza al Ejecutivo central, al que acusó de estar vendido a los intereses del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba "olvidando los intereses de los españoles".

Por ello, y por varias ocasiones, el presidente del PP llamó a la disolución de las Cortes y a la convocatoria de elecciones anticipadas para que un nuevo Gobierno, con "un mandato reformista y un programa nacional", saque al país de la recesión.

La reunión tenía una única orden del día, pero decisiva para los intereses del partido: la confección de su actividad para los próximos meses, de cara a la celebración de la cita con las urnas a nivel nacional. Y el aluvión de altos cargos fue sintomático de la importancia del acto: presidentes autonómicos como Alberto Núñez Feijóo o Esperanza Aguirre; alcaldes como electo de Córdoba, José Antonio Nieto; parlamentarios tanto del Congreso y del Senado; una amplia representación de la Eurocámara; y el Comité de Dirección en pleno, encabezado por María Dolores de Cospedal.

Ante todos ellos, Rajoy hizo la radiografía más dura del Gobierno en meses, y que arrancó en la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de no concurrir a las elecciones designando como candidato a La Moncloa a Rubalcaba. Desde entonces, continuó, "el Gobierno está ocupado fundamentalmente en el PP y toda su actuación es tactismo, lucha y posicionamiento interno".

Y esto "es muy grave", ya que para ello "la agenda" del gabinete gubernamental "se ha entregado a los intereses tácticos de un candidato olvidando que la situación de los españoles hace necesario un cambio de rumbo urgente".

Así pues, el jefe de la oposición, que olvidó por un día su política de perfil bajo, constató que el Gobierno "no ha cumplido" con su función más importante, que no es otra que la de hacer "propuestas" para sacar a la nación de la crisis. Y por ello "cuanto más tiempo se mantenga esta situación, peor para España y los españoles", y de ahí la necesidad de elecciones.

"Un Gobierno con bicefalia, sin liderazgo y al servicio del partido" lo único que puede provocar, según su análisis, es que "las cosas se pongan peor", y por ello pareció suplicar al Ejecutivo que se dé cuenta de "cómo estamos" o se haga a un lado. "No parece importarle" sobreponer "los intereses internos y partidistas al "interés general".

Gran ovación en las filas del PP

Su examen de la actualidad nacional, de cómo un Gobierno en la UVI intenta aguantar a la desesperada, fue acogido con gran ovación por los suyos. "Ha estado genial", decía, gráfico, un miembro del órgano, compuesto por más de quinientas personas. Y lo cierto es que hacía tiempo que no se escuchaba una catarata de aplausos como la de este lunes.

A la salida, los suyos le agradecieron la firmeza: "Es que el Gobierno ya no es Gobierno. Es PSOE al servicio del PSOE", apuntó un presidente del PP a nivel regional, y de ahí que el clamor por un adelanto sea total. "La respuesta" a la crisis "exige responsabilidad y coordinación. Exige un nuevo Gobierno salido de las urnas, renovado", solemnizó un Rajoy que apeló a un "pulso claro" para "recuperar el crecimiento y el empleo".

Las dos líneas del PP

Dicho lo cual, el jefe de las filas populares también dejó claro que, por mucho que él lo pida, sólo el Gobierno tiene la potestad de llamar a las urnas. Y de ahí que, mientras tanto, el PP seguirá preparando su alternativa de gobierno, y lo hace por dos vías diferente: gobernando en aquellos lugares desde los cuales tienen ya la responsabilidad y elaborando el Programa Electoral.

Rajoy recetó "moderación, prudencia y diálogo" con el objetivo de gobernar "para todos y contando con todos". Mentó, a renglón seguido, el Programa Marco firmado por los candidatos de su partido a las regionales para recordarles el camino que deben seguir: "Transparencia, regeneración, libertad, solidaridad y cohesión". Y es que, aseguró, las Comunidades y Ayuntamientos en manos del PP deben ser los primeros en ayudar a salir de la crisis.

Colaboración con el Gobierno contra el déficit

"Este momento exige coordinación", remachó un Rajoy que también le dedicó un capítulo especial al estado de la economía, que ya avanzó -por si quedaba alguna duda- que "va a marcar el debate político, y con razón".

Citó el presidente del PP al déficit público como elemento clave para salir adelante, habida cuenta de "las exigencias muy fundamentadas de la Unión Europea" de que se reduzca. Aseguró que de las regiones gobernadas por sus siglas el Gobierno sólo recibirá reciprocidad: "Garantizo la lealtad del PP. El Gobierno tiene que hablar a calzón quitado", afirmó, volviendo a recibir la ovación general.

Los temas de casa los dejó para el final, anunciando una batería de reuniones de órganos internos, destacando una Intermunicipal y otra Interparlamentaria. La más importante de las citas será una convención programática, que no congreso nacional, en la que presentar su proyecto de gobierno. Y concluyó: "No es momento de líos internos".

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