Última sesión de control al Gobierno en el Congreso antes de las vacaciones con tufillo a elecciones anticipadas. Al gobierno se le nota desganado. Incluso al diputado de CiU, Pere Macias, que sustituyó a Duran i Lleida en su pregunta a Zapatero, se le escapó un "la legislatura está acabando".
El aburrimiento y la falta de pasión volvió a protagonizar el cara a cara entre Rajoy y Zapatero. El líder del PP no se aparta ni un ápice del guión económico y preguntó por el crédito. O mejor por la falta de él. Zapatero le soltó una ristra de datos y dijo que la economía está mucho mejor, aunque todo "llevará su tiempo". Rajoy, menos mal, no entró al trapo de los datos. "No voy a discutir las cifras". Prefirió echar en cara al presidente la falta de confianza que genera su gobierno, que todo lo hace "tarde, mal y a rastras". "No resuelven los problemas, los perpetúan". No le mencionó a El País. A cambio, Zapatero no le mentó a Camps. Un pacto de caballeros.
Pero le llegó el turno a Soraya y el Parlamento se animó un poco, tampoco para tirar cohetes. Tras hacerle a Elena Salgado un repaso de sus políticas, no resistió la tentación de jugar con las palabras. "¿Le extraña ahora que el país, el país entero considere que tienen que fijar fecha para las elecciones?" Como premio, una larga ovación de su bancada. A la vicepresidenta no le hizo ninguna gracia y, tras alarmar a todos anunciando que "hasta que la cifra de personas sin empleo no se reduzca este gobierno no va a estar satisfecho", se echo a la yugular del PP. "Están flotando a estilo muertito a ver si la marea les lleva a La Moncloa". Aunque bien mirado prefirió esta actitud "que no estorba", a la "prisa que tienen ahora", porque es su opinión, son las declaraciones del PP las que hacen "daño a España". La puñalada la guardó para responder a Cristóbal Montoro afeándole la falta de rigor al llamar "percance al procesamiento del señor Camps".
El siguiente en pedir elecciones fue Rafael Merino, que preguntó a Manuel Chaves por las "herencias" en los municipios. "Es un gobierno en funciones que hace dejación de funciones y lo mejor que pueden hacer es irse y convocar elecciones".
Chivatazo: Gil Lázaro pide la dimisión de Camacho
Como no podía ser de otra manera, Gil Lázaro lanzó metralla contra el ministro del Interior por el caso Faisán. "Lleva el mismo camino que su antecesor, irse por los cerros de Úbeda", le espetó antes de exigir su dimisión. Respondió a Rubalcaba, que aprovechó que ya no es ministro para huir del hemiciclo, por sus quejas de que todo esto pasa porque es candidato. "Miente. Comenzamos a exigir explicaciones en 2009". Y les acusó de tratar de "descalificar al juez, igual que hicieron conmigo y con mi grupo". "Rubalcaba es la equis del Faisán y usted su acompañante necesario", concluyó.
Camacho, que jugaba con los botones de su chaqueta, se escondió una y otra vez en el procedimiento judicial que no está cerrado y en que aún no hay sentencia, aplicando la misma receta que utiliza el PP con Camps, del que el ministro del Interior no se olvidó. "Creen aceptable y comprensible defender a sus compañeros de partido en casos de corrupción pero inaceptable en la lucha contra el terrorismo".