El líder del PP, Mariano Rajoy, está pasando, como siempre, sus vacaciones en su tierra natal, Galicia, en la zona de San Xenxo y La Toja. Desde que se marchó, sólo ha trascendido la entrevista por entregas concedida a Europa Press y la orden que dio a Soraya Sáenz de Santamaría para pedir la comparecencia urgente de Zapatero en el Congreso.
Este sábado, ha sido visto en Pontevedra disfrutando de una corrida de toros, informa elmundo.es. En ella lidiaban los toreros El Cordobés, Francisco Rivera y El Fandi. Con él estaba el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de la Diputación.
Para este domingo, el líder de los populares tiene previsto disfrutar de los placeres de la gastronomía gallega y se acercará a la fiesta del Pulpo de la localidad de Carballiño, invitado por su alcalde, Argimiro Marnotes.
El presidente del Gobierno, mientras, continúa sus vacaciones en Doñana. Tras un breve retraso de apenas unas horas por la escalada de la crisis de deuda y un precipitado regreso a Madrid por lo apurado de la situación, José Luis Rodríguez Zapatero regresó al coto donde ya estaba su familia, cuya llegada no pudo ser captada por las cámaras por el fuerte dispositivo de seguridad desplegado para protegerlos.
Desde su paso por Moncloa, donde dicen que hizo llamadas telefónicas a líderes de la UE y se reunió con Elena Salgado y Pepe Blanco, nada se ha sabido del presidente. Fuentes del Ejecutivo insisten en que está trabajando en las medidas económicas que se aprobarán en los Consejos de Ministros de los días 19 y 26 de agosto.
Mientras, las críticas arrecian por estarse convirtiendo en el único líder europeo que no ha sacrificado su descanso por la situación de la crisis de deuda. El presidente, de hecho, aún no ha comparecido públicamente. Es previsible que hable por fin el próximo jueves, cuando retomará su agenda con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Tiene previsto recibir a Benedicto XVI en Barajas y mantener una reunión con él al día siguiente.