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Antonio Camacho 'echa' a Rajoy del Congreso

Penúltima sesión de control al Gobierno en el Congreso, un gobierno desganado y abúlico en el que sólo Blanco aún alienta.

La pregunta se la escupió a Zapatero el diputado Josep Sánchez Llibre, que sustituye a Duran Lleida al frente de CiU en el Congreso. El diputado catalán se quejó amargamente de la "marginación de CiU" en la reforma de la Constitución "fulminante y frívola" y que, en su opinión, no ha provocado la esperada alegría en los mercados. "Mucho ruido y pocas nueces. Mandan Merkel y Rubalcaba, pero ¿quién gobierna?". Después, al presidente le tocó lidiar con otro representante catalán, Joan Ridao, que también traía un saquito lleno de lamentos porque, según él, Zapatero se ha portado muy mal con Cataluña. "España plural, pero España". Dijo Ridao que "ha copiado el programa del PP, ni la FAES de Aznar lo hubiera hecho mejor", le espetó así como para hacer daño. Y encima, ahora viene un tribunal a cuestionar la inmersión lingüística, que es "un modelo de convivencia". "Los catalanes ya piensan en la independencia", adivirtió.

Visto el panorama con los catalanes casi se oyó el suspiro de alivio del presidente cuando le tocó preguntar a Rajoy. Era sobre economía y tenía la respuesta escrita de la sesión anterior. Espera una "recuperación leve" y, con un ojo puesto en Grecia, la cosa no va tan mal como parece. A Rajoy no le convenció nada y le dijo que el problema es la "desconfianza" que ha creado Zapatero por "negar la realidad y no decir la verdad". Así que hizo una promesa. "A los españoles les diré siempre la verdad, porque España es una sociedad madura y tiene derecho a saber lo que está ocurriendo". Había testigos.

El rifi-rafe entre Salgado y Soraya tampoco cumplió las expectativas. Planeaba el impuesto sobre el Patrimonio ordenado por Rubalcaba que la ministra no quiso confirmar cuando le preguntó Uxue Barcos. Soraya Sáenz de Santamaría reprochó al Gobierno que gobiernen "contra ustedes mismos". Una "incoherencia", dijo con mucha razón. Salgado le respondió que ella es como Keynes, que al parecer dijo una vez que "cuando los hechos cambian, cambio de opinión" y por eso es lo de los bandazos continuos. Pero Soraya no se amilanó por la citación y le recordó todos los recortes del Gobierno de Zapatero, que "ha privatizado hasta la lotería". Eso sí, "mucha socialdemagogia, eso es hoy el Partido Socialista". Salgado no soltó a Keynes y cual ventrílocua espiritista le obligó a responder a Soraya. "Keynes le hubiera contestado ‘nosotros a lo nuestro, mirando solo a La Moncloa, ese es su problema’".

A Chaves, Juan José Matarí le preguntó por su gestión y el vicepresidente se mostró muy molesto porque era la octava vez que le hacía esa pregunta y, como todo el mundo sabe, no viene a cuento en una sesión de control al Gobierno. "Estoy satisfecho", informó el vicepresidente a ver si esta vez el popular se daba por contento. Pero no fue así, y Matarí le hizo un recorrido por todo lo que no ha hecho y lo que ha hecho mal como vicepresidente del Gobierno. "Un balance desolador", dijo. Y para rematar, le recordó los ERE falsos, lo que acabó de mosquear a Chaves, que acusó a del PP de "echar fango sobre mi persona".

Y no podía falta la ración de Faisán. El chaparrón de acusaciones de Gil Lázaro lo aguantó Antonio Camacho, pero en realidad iba destinado a Rubalcaba. "Nadie puede creer que Rubalcaba estuviera en la inopia mientras sus subordinados operaban". Camacho mostró una honda preocupación por las preguntas que el PP no le hace. Ni "política antiterrorista, ni seguridad vial, ni criminalidad", solo Faisán y Faisan para "erosionar a Rubalcaba". Así que acabó por recordarles Gürtel e inhabilitando hasta a Rajoy.

"De seguir sus tesis en materia de responsabilidad política, la mitad del banco del PP estaría vacía con ministros en cuyos Departamentos ha habido condenas por hechos muy graves, incluso su propio candidato (Rajoy) no podría serlo porque tiene decenas de alcaldes, consejeros y incluso un presidente de comunidad autónoma (Francisco Camps) al que apoyó, que ha tenido que dimitir porque está citado a juicio oral por corrupción. Pídale responsabilidad política a su candidato".

La penúltima sesión de control acabó como La matanza de Texas, con la motosierra como protagonista. Fue en un interesante debate entre el diputado del PP Rafael Hernando y el ministro de Fomento, José Blanco. El del PP se lanzó a defender a su compañera Cospedal de las acusaciones del ministro de aplicar la "motosierra" en Castilla-La Mancha recordándole lo que ha pasado con la obra pública. "¿Se considera la motosierra de la inversión en obra pública del Estado?", le preguntó. "Para nada", le respondió Blanco, "la sierra son ustedes. Por donde pasan arrasan con la sierra". Hernando aprovechó para echarle en cara que "han arruinado al país", a Castilla-La Mancha la han dejado "en la indigencia" y son una "pesadilla que hay que olvidar". Blanco no se arrugó y le dijo que prefería "recortar un kilómetro de carretera que en profesores", que el PP "saca la motosierra para hacer recortes en sanidad y en educación". Pero la sangre no llegó al río y al final Hernando se fue con una invitación personal de Blanco para asistir a sus inauguraciones de campaña.

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