L D (EFE)
Los nacionalistas, que se reunieron este viernes en Santiago, señalan que en los ayuntamientos en los que llegaron a acuerdos de gobernabilidad con los socialistas seguirán "siendo respetuosos" con la voluntad ciudadana. No obstante, precisan que la pérdida de "confianza mutua" tras los últimos acontecimientos por parte del PSOE, impedirá que se negocien pactos en otros ámbitos pendientes, entre los que figura la Diputación de La Coruña, que debe conformarse una vez que se repitan las elecciones municipales en Finisterre el próximo domingo.
El BNG advierte de que si no cambia la situación, la formación nacionalista no tiene "ninguna garantía" de que el PSOE no vuelva a incurrir en la práctica "fraudulenta" ensayada en Vigo, "pudiendo ocurrir lo mismo en la Diputación de La Coruña". El Bloque precisa que, una vez roto el acuerdo "unilateralmente" por el alcalde de Vigo, Ventura Pérez Mariño, sólo quedan dos salidas para garantizar la gobernabilidad del municipio, que son "una mayoría sustentada en un gobierno conjunto formado por varias fuerzas políticas en virtud de un acuerdo" o "el gobierno con mayoría simple de la fuerza más votada", en este caso, el PP.
Según el BNG, "el señor Ventura Pérez Mariño, con sus manifestaciones indicando que el pacto debería haberse roto ya el primer día, no hace sino confirmar esta utilización fraudulenta de un pacto como vía de acceso a la alcaldía, para después romperlo y pretender gobernar apoyándose en fórmulas que no fueron legitimadas por los electores".
Los nacionalistas enmarcan lo acontecido en Vigo dentro una "estrategia general" del PSOE para intentar "excluir" al BNG de los gobiernos municipales y "arrinconarlo" dentro del escenario político, como, en su opinión, evidencia el "incumplimiento del acuerdo nacional" por parte de los socialistas en Santiago. En este sentido, apuntan también las continuas referencias de sus dirigentes estatales y gallegos a que su alcalde "modelo" es el de La Coruña, Francisco Vázquez, "quien siempre se destacó por su actitud anti-gallega, su fobia visceral al nacionalismo y su voluntad de excluirnos del juego institucional".
Con la ruptura del pacto en Vigo, según el Bloque, el PSOE rompe también la "confianza" en que se sustentaba el pacto nacional. "Cualquier acuerdo, aparte de los compromisos escritos, debe basarse en la lealtad y en la corresponsabilidad recíproca de sus firmantes", aspectos ambos con los que, aseguran, los socialistas gallegos "han acabado irresponsablemente, sin valorar las consecuencias que del mismo se pueden derivar para la política gallega".
El BNG advierte de que si no cambia la situación, la formación nacionalista no tiene "ninguna garantía" de que el PSOE no vuelva a incurrir en la práctica "fraudulenta" ensayada en Vigo, "pudiendo ocurrir lo mismo en la Diputación de La Coruña". El Bloque precisa que, una vez roto el acuerdo "unilateralmente" por el alcalde de Vigo, Ventura Pérez Mariño, sólo quedan dos salidas para garantizar la gobernabilidad del municipio, que son "una mayoría sustentada en un gobierno conjunto formado por varias fuerzas políticas en virtud de un acuerdo" o "el gobierno con mayoría simple de la fuerza más votada", en este caso, el PP.
Según el BNG, "el señor Ventura Pérez Mariño, con sus manifestaciones indicando que el pacto debería haberse roto ya el primer día, no hace sino confirmar esta utilización fraudulenta de un pacto como vía de acceso a la alcaldía, para después romperlo y pretender gobernar apoyándose en fórmulas que no fueron legitimadas por los electores".
Los nacionalistas enmarcan lo acontecido en Vigo dentro una "estrategia general" del PSOE para intentar "excluir" al BNG de los gobiernos municipales y "arrinconarlo" dentro del escenario político, como, en su opinión, evidencia el "incumplimiento del acuerdo nacional" por parte de los socialistas en Santiago. En este sentido, apuntan también las continuas referencias de sus dirigentes estatales y gallegos a que su alcalde "modelo" es el de La Coruña, Francisco Vázquez, "quien siempre se destacó por su actitud anti-gallega, su fobia visceral al nacionalismo y su voluntad de excluirnos del juego institucional".
Con la ruptura del pacto en Vigo, según el Bloque, el PSOE rompe también la "confianza" en que se sustentaba el pacto nacional. "Cualquier acuerdo, aparte de los compromisos escritos, debe basarse en la lealtad y en la corresponsabilidad recíproca de sus firmantes", aspectos ambos con los que, aseguran, los socialistas gallegos "han acabado irresponsablemente, sin valorar las consecuencias que del mismo se pueden derivar para la política gallega".