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Barberá, a Camps: "O das la cara, o te dejo caer"

Barberá es "la única" que se atreve a decirle a Camps "como son las cosas". Y así lo hizo, según desvela LD. A Rajoy le advirtió que no quería ser presidenta.

Barberá es "la única" que se atreve a decirle a Camps "como son las cosas". Y así lo hizo, según desvela LD. A Rajoy le advirtió que no quería ser presidenta.

Mariano Rajoy confía en Rita Barberá, que le ha demostrado en no pocas ocasiones que le puede telefonear siempre que quiera para que le retrate lo que en realidad ocurre en la Comunidad Valenciana, una vez las conversaciones con Francisco Camps han ido perdiendo con el paso de los meses consistencia política para convertirse en mero peloteo entre ambos.

Nos trasladamos al veintiocho de abril del año pasado, cuando Libertad Digital destapaba el Plan B del líder de los populares; una maniobra que tenía por destino dejar caer al barón regional si la situación se volvía insostenible, con el caso Gürtel azotando día sí, día también, en las portadas de los periódicos.

Bien es cierto que ese proyecto de salvación, negado hasta la saciedad públicamente, era el extremo menos deseado por Rajoy, quien instó a su equipo jurídico a evitarlo a toda costa. Ahora bien, hizo una llamada clave que le dejó en evidencia, y que corroboró el plan: "Tú eres la elegida" en caso de que Camps tenga que desaparecer políticamente, le dijo a Rita Barberá.

Evidentemente, en Génova se trabajó con una terna de candidatos más amplia -que incluyó a Esteban González PonsAlberto Fabra y, según algunos, también a Juan Costa- pero Rajoy quería que fuera la regidora de la Ciudad del Turia, su gran aliada.

La maniobra política de Barberá

Explica un miembro de la dirección nacional que -si el jefe se lo hubiera pedido formalmente- ella hubiera tenido que aceptar, pero que al no hacerlo, la alcaldesa apostó por salvar al presidente valenciano, iniciando así una nueva operación no menos importante.

Lo primero que hizo Barberá fue reactivar al noqueado líder regional, por entonces oculto de los medios de comunicación. "O sales a dar la cara, o te tendré que dejar caer", le vino a decir, según un colaborador íntimo de la alcaldesa. Poco después, la agenda de Camps volvía a tener convocatorias, y el presidente dejó de ser un fantasma político.

"La comunicación entre ambos es fluida y sincera, mucho más que con la inmensa mayoría. Ella escucha sus penas y es la única que se atreve a decirle las cosas como son", explica un dirigente conocedor de la relación entre las dos personas más importantes de la comunidad.

Mantiene el apoyo a Camps

Una estrategia que se mantiene vigente en la actualidad, y que el martes volvió a quedar de manifiesto. La declaración de Barberá fue la más clarificadora: la proclamación de Camps no fue "ningún desafío, ningún reto, ningún pulso, ni ninguna presión", aseguró, citando la conversación que tuvo el presidente con la vicesecretaria Ana Mato, quien le dio el visto bueno para la celebración del Comité Electoral regional. El problema es que en la sede nacional de los populares poco supieron de este hecho, incluida María Dolores de Cospedal.

"El PP nacional y toda la directiva apoya de una manera absolutamente cerrada al presidente Camps", remachó Barberá, quién volvía a apuntalarlo en su cargo.

"Si ella hubiera querido estar donde él está ya lo tendría", afirman en su entorno, recalcando que la alcaldesa ya ha transmitido a Rajoy su deseo de finalizar en la alcaldía de Valencia su periplo político. Queda un mes y medio, tiempo hasta las elecciones locales y autonómicas, para saber si conseguirá su objetivo.

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