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CiU apoya por error la financiación autonómica, que se votó dos veces

La votación en el Congreso de la financiación autonómica ha estado plagada de anécdotas y descuidos en una mañana que no ha servido precisamente para aumentar el prestigio de sus señorías. La ley se ha tenido que votar dos veces y ha tenido el apoyo de uno de sus mayores detractores: CiU.

La sesión plenaria había comenzado a las nueve de la mañana con un descafeinado debate político sobre la reforma del sistema de financiación que no ha logrado despertar a los somnolientos diputados pese a la presencia de Rodríguez Zapatero. Poco después de las diez de la mañana, los diputados presentes en el hemiciclo y también los ausentes eran llamados para votar.

Diez minutos más tarde, como es habitual, se cerraron las puertas del hemiciclo para que nadie pudiera entrar ni salir durante la votación. Mientras, corrían atropelladamente por los pasillos una docena de diputados del PP y de CiU, que, al parecer, habían tenido problemas con un ascensor de uno de los edificios del Congreso y no habían podido llegar a tiempo.

El presidente del Congreso, José Bono, ha sido informado por los servicios técnicos de este episodio y, en un gesto completamente inusual, ha decidido que se permitiera el acceso de esos doce diputados. De esta condescendencia se ha beneficiado también un parlamentario del PSOE, que igualmente llegaba tarde debido a una avería en la línea de metro en la que se trasladaba al Congreso.

Ya con todos dentro, se ha procedido a la votación del nuevo sistema de financiación, respaldado por 180 votos a favor, 150 en contra y siete abstenciones. En ese momento Bono ha advertido que el resto de enmiendas del Senado sobre las que también había que pronunciarse no estaban incluidas en el cuaderno de votaciones. "Al mejor escribano se le escapa un borrón", ha dicho para justificar este error.

Las dos enmiendas que faltaban se han votado tras un rifirrafe entre el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, y la del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, sobre la conveniencia o no de repetir la votación de la ley entera.

Finalmente se ha optado por repetirla y la sorpresa ha saltado cuando el apoyo ha subido a 192 diputados por el error de CiU, un resultado acogido con carcajadas, aplausos, vítores y gran jolgorio por los socialistas.

Zapatero ha agradecido "el regalo de Navidad" a CiU y a la salida del pleno le decía sonriente a una diputada de este grupo que "el favor ha sido inmenso"; mientras que para el secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina, lo de hoy ha sido "la cosa más divertida de toda la legislatura".

Quizás les estaba costando a todos recuperarse de la fiesta organizada anoche por la Asociación de Periodistas Parlamentarios, a la que asistieron numerosos diputados.

 

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