
(Libertad Digital) El vocal de ASIGC ha emplazado al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a que asegure que nunca más va a volver a negociar con los asesinos de ETA. "No vamos a dejar que los nuestros sean enterrados y ya está" ha recalcado Surera a la par que ha afirmado que "nuestros muertos no están en campaña electoral". "Esperamos que nuestro ministro del Interior no aliente la negociación con los etarras", ha sentenciado.
En relación a la explicaciones de Rubalcaba sobre el sanguinario atentado terrorista, Surera ha aseverado que "ya son muchas cosas, muchas meteduras de pata de estos señores –en referencia al gobierno-". "Cuando nosotros metemos la pata nos abren un expediente, cuando un ministro comete la pata no", recalca.
"Nuestro único delito es trabajar por la Patria"
Las palabras más emotivas han ido dirigidas a las familias de los asesinados por ETA, cuyo único delito, como el del resto de agentes, "es el color de nuestro uniforme y trabajar por la Patria".
En declaraciones a la Cope, el agente de la benemérita ha apuntado que "la policía francesa trabaja estupendamente". "Como ha sido un crimen horroroso van muy despacio para no cometer errores", ha destacado.
Por último, el vocal de la Asociación Independiente de la Guardia Civil en el País Vasco ha reconocido el malestar en el cuerpo porque los agentes no puedan portar sus armas en suelo francés.
Los terroristas capturados "no han confesado"
El Ministerio francés del Interior asegura que los dos miembros de ETA detenidos en Lozère como supuestos autores del atentado contra dos guardias civiles en Capbreton no han reconocido la autoría de estos hechos y que conviene ser "prudentes", según informaron a Europa Press fuentes del ministerio galo.
"No han confesado", agregaron las fuentes, que señalaron que todavía se está a la espera de la confirmación de su relación con el atentado.
La gendarmería francesa arrestó el miércoles a Saioa Sánchez, una de las terroristas más peligrosas, y a Asier Bengoa, en busca y captura desde noviembre en la localidad francesa de Châteauneuf-de-Randon, en el macizo central y tras declarar en la Gendarmería de Montpellier estaba previsto su traslado a París.


