De sonrojo, es la delirante campaña que ha desatado El País para salvar a Garzón. Alentando hasta límites insospechados la teoría conspirativa, algunos argumentos rayan en la auténtica paranoia. En los últimos días nos hemos desayunado con artículos rabiosos, cuentos de dragones héroes, visiones apocalípticas de lo que pasará después del juez estrella y gravísimos insultos a los jueces que le procesan.
Este viernes, además del manifiesto de los abajofirmantes, que compara el proceso contra Garzón nada menos que con el 23-F, El País ha buscado otros manifiestos de adhesión entre "la izquierda política y judicial". Ha encontrado al inolvidable ex fiscal Anticorrupción de Felipe González Carlos Jiménez Villarejo que iba a rebufo de las informaciones de El Mundo. El fiscal, que ya ejercía con el franquismo, dice que "la extrema derecha española ha conseguido poner a su servicio a una parte de la magistratura. Es así. Seis magistrados del Tribunal Supremo y cinco vocales del Consejo General del Poder Judicial, lo cual ya es gravísimo en sí mismo". Y dice que lo que le ocurre a Garzón es por "recelo, envidia y venganza".
También opina Cayo Lara, el coordinador general de Izquierda Unida. Más comedido en sus juicios se limita a alimentar la teoría de la "persecución al magistrado".
El más delirante es un artículo llamado "La caza" de un catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Peces Barba llamado Francisco Javier Alvarez García. ¿Pues no se le ocurre comparar el caso de Garzón con el episodio bíblico de Salomé y la cabeza del Bautista? Y eso después de llamar a los que han osado denunciar las tropelías del juez "emboscados que alentaban la hoguera judicial".
También tiene visiones apocalípticas este profesor. Cree que "cuando todo termine se organizará una manifestación, Franco y Pinochet irán a la cabeza, asesinos de ETA, narcotraficantes y administradores públicos podridos". ¿Y los chivatos del bar Faisan?, por mencionar sólo uno de los escándalos del juez