Como recuerda El Mundo, los trabajadores de Nissan y Roca afectados por un ERE obsequiaron con una sonora pitada y abucheos a los dirigentes políticos catalanes. Con gritos como "Montilla dimisión", "Más trabajo y menos Estatut" o "Esto nos pasa porque Montilla" pasa han provocado que, por primera vez, las autoridades se planteen la ofrenda floral frente al monumento a Rafael de Casanova.
Carod Rovira fue, según El Mundo, el que describió el momento de manera más gráfica. En declaraciones a RAC-1 aseguró que "se moría de vergüenza". Se quejó también de "la imagen deplorable que Cataluña como país". "En ningún país del mundo, cuando se oye el himno la gente grita, silva, insulta".
Este hecho, nuevo para el nacionalista, le ha llevado a expresar que "tenemos que funcionar como un país maduro, educado y respetuoso con sus instituciones. Y si resulta que hay un grupo de personas que quieren expresar su reivindicación, lo siento mucho. Tiene todo el derecho a manifestar lo que quieran, pero que lo hagan en otro sitio", sentenció.
Según publica El Mundo, Montilla ha dicho también que "tendremos tiempo de reflexionar si hay que introducir cambios". Por su parte, el secretario general de CiU José Antonio Duran Lleida, afirmó que él tampoco se "opondría" a una "reformulación". "Uno viene aquí sabiendo que le van a gritar, es un poco masoquista", asegurando que este año, por la crisis, los abucheos eran más en castellano que en catalán.
La actitud en el Gobierno catalán es, de momento, de prudencia, y señalan que el lunes se pronunciarán sobre el asunto.
Por su parte, el PP catalán, harto de recibir insultos y críticas año tras año durante la celebración –y que por ello llegó a suspender temporalmente su asistencia-, se manifiesta indignado porque el tripartito se plantee cambiar el formato ahora, cuando por primera vez los abucheos han alcanzado a sus líderes.
"Por primera vez oigo a Carod quejarse. Cuando la realidad social los ha abucheado, cuando lo viven en carne propia, es cuando van a hacer algo. Antes Carod no decía ni pío, e incluso daba apoyo a personas de su entorno que silbaban".
Según El Mundo, el PP anuncia una iniciativa parlamentaria para que haya cambios. Hablan de crear una comisión que incluya al Gobierno catalán y a los partidos para "buscar otra fórmula, la mejor posible para replantear la fiesta y que se convierta en una celebración de inclusión donde todos se puedan sentir a gusto", para que sea una fiesta "participativa, abierta", pero no "algo hipernacionalista".