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La traición de Zapatero a López sacude el escenario electoral en el País Vasco

Queda poco más de medio año para las elecciones municipales y forales en el País Vasco y el escenario se vuelve más incierto que nunca. Por un lado, el coqueteo de Zapatero con el PNV a espaldas de López, y por otro las sospechas, cada vez más insistentes, de un segundo tiempo de negociación con ETA.

Queda poco más de medio año para las elecciones municipales y forales en el País Vasco y el escenario se vuelve más incierto que nunca. Por un lado, el coqueteo de Zapatero con el PNV a espaldas de López, y por otro las sospechas, cada vez más insistentes, de un segundo tiempo de negociación con ETA.

Empezamos por el primer foco de inestabilidad. El presidente del Gobierno, obsesionado por salvar los Presupuestos Generales del Estado, no ha tenido empacho en llamar a la puerta de los nacionalistas para retomar el clima de cordialidad. Su líder, Iñigo Urkullu, se mostró proclive a apoyar las cuentas públicas, pero le puso un requisito; que gobierne la lista más votada en la cita con las urnas.

Un pacto con el que el PNV podría hacerse con las diputaciones de Guipúzcoa y de Vizcaya, así como con el ayuntamiento de Bilbao. En caso contrario, explican las fuentes consultadas por Libertad Digital, el peso del nacionalismo en las grandes ciudades acabaría, y se tendrían que ver resignados a poblaciones de no más de 50.000 habitantes.

La indignación del lehendakari es harto conocida en el Parlamento de Vitoria. Lo ha sugerido, incluso, en alguna que otra conversación con diputados tanto de su grupo como de la oposición. Si la alianza Zapatero-Urkullu se confirma, López vería como sus posibilidades de hacerse con alguna diputación se evaporarían: Guipúzcoa y Vizcaya para el PNV y Álava para el PP. En caso contrario, una posible alianza con los de Antonio Basagoiti provocaría un panorama radicalmente distinto.

Pero aún peor, los populares no son cómplices de este tratado de no agresión. Urkullu lo intentó conseguir, sin éxito, en las reuniones mantenidas primero con Basagoiti y después con Rajoy. De hecho, el PP ya advierte que no tendrá reparos en aliarse con el PNV a fin de quitar de en medio al alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, al que consideran "más peligroso que cualquier dirigente peneuvista".

"¿Cuánto hace que no ves a ZP y López juntitos como antes? Pues eso", comenta un diputado regional, en conversación informal con este periódico. Otro añade que "la relación es tan mala que ni los intermediarios han conseguido mejorarla". Y es que cabe recordar que la victoria de López ha sido la única buena noticia del socialismo en esta legislatura, y que cuenta con buenos amigos en Ferraz, donde le consideran, de hecho, el sustituto perfecto del presidente.

La negociación con ETA

El segundo foco de tensión no tiene más que dos posibles escenarios: si ETA no se cuela en las elecciones, Basagoiti continuará de la mano de López, si los batasunos vuelven a las instituciones, será el fin del denominado "cambio político".

También en este asunto el papel de Zapatero es importantísimo. "Es su única baza posible, acabar con el terrorismo, y lo volverá a intentar", aseguran fuentes del PP muy conocedoras de la lucha antiterrorista, y que aseguran sin ánimo de duda que los movimientos de etarras a cárceles del País Vasco no son al azar.

El líder del PP vasco es consciente de que podrían estar viviéndose los últimos días de aquello que se bautizó como "el cambio político". Sin embargo, las fuentes consultas por este periódico insisten: con proetarras en las listas "no habrá pacto ni en Vitoria ni en Madrid", en alusión al acuerdo antiterrorista sellado por los dos principales partidos políticos tras las generales.

Hasta la cita con las urnas, eso sí, la consigna es "aguantar, aguantar y aguantar", pese a que ya pocos en el PP dudan de que existan contactos entre proetarras y socialistas. La pregunta que se hacen es "hasta qué punto es el grado de interlocución" y "de qué se habla" en las citas. Temen que una tregua o un comunicado ambiguo de ETA sobre el fin de las armas pueda dar alas para que ese diálogo se intensifique.

"La sociedad, hoy, no estaría dispuesto a aguantar en la pasada legislatura, por lo que tenemos que intentar poner a raya a los socialistas más proclives a la negociación", aseguran. Dicho lo cual, en Génova saben que en pocos meses "para bien o para mal habrá que tomar decisiones".

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