LD (Pablo Montesinos) Dos discursos, dos formas de hacer política y dos sensibilidades distintas en un mismo partido. Éste es el ambiente que a día de hoy se respira en el seno del Partido Popular, en cuya sede se repiten los corrillos tras el intenso fin de semana -en el que Aznar apelaba a defender los principios y Rajoy y Cospedal marcaban distancias-.
Por un lado, están aquellos que creen que el partido ha dejado de hacer oposición para "intentar parecerse al PSOE". Un importante dirigente del PP asegura, en conversaciones con Libertad Digital, que el discurso de Mariano Rajoy -el camino "no es la obsesión por vencer sino por convencer"- es "ridículo" y le deja en evidencia.
Explica que "para ganar hay que convencer" pero el problema es que "Rajoy ahora no convence". "Te lo dicen los simpatizantes, la gente de la calle, no convencemos... y el problema de todo esto lo tiene nuestro presidente", argumenta.
Este diputado utiliza el discurso de Aznar para señalar la otra clave de la actual crisis interna del partido: "no se está para empatar ni para heredar". O lo que es lo mismo, la estrategia basada en esperar que la crisis económica acabe con el Gobierno de Rodríguez Zapatero es "completamente ineficaz". Se ciñe a las encuestas, la última publicada este mismo lunes en el diario ABC.
Pese a que el PP supera al PSOE en tres puntos en intención de voto, los ciudadanos suspenden a Rajoy con un cuatro de nota medida. Pierde tres décimas y obtiene la misma calificación que la ministra Aído, la peor valorada del Ejecutivo socialista. Zapatero le saca un punto y tres décimas al principal líder de la oposición.
"Mariano es un hombre pata negra del PP"
Por el contrario, están los que apoyan públicamente a Mariano Rajoy. En las páginas de La Razón, Ana Mato afirma que tras el convulso congreso de Valencia "el partido salió más unido, más fuerte y con un liderazgo muy sólido". "Hoy todos vamos de la mano de Rajoy", asegura.
Dice la vicesecretaria de organización de los populares que "en el PP todo el mundo y todos deben saber que tienen un papel que jugar en este proyecto" y que "nunca prescindimos de nadie". Sobre las palabras de José María Aznar, asevera que "siempre tendrá sitio en este partido y siempre tendrá algo que aportar. Ni él ni nadie está arrinconado".
Presente en el XI Congreso de Nuevas Generaciones de Madrid, en el que el ex jefe del Ejecutivo apeló a defender los principios del partido, María del Mar Blanco también apoya la estrategia del actual presidente de los populares: "no voy a entrar a valorar las declaraciones ni de uno ni de otros, sólo quiero decir que mis principios e ideales están representados ahora y que no he visto ningún giro ni deriva". Y agrega, en declaraciones a Libertad Digital: "ese es mi sentimiento, creo que se está haciendo una labor estupenda".
Por su parte, Jorge Moragas decía lo siguiente de Rajoy en su blog: "Mariano es un hombre de pata negra". Un líder que "lucha por acreditar su innato sentido de la responsabilidad". Sus elogios no cesan en todo el texto: "este sujeto político duro y blando, como todo buen hombre, se ha batido el cobre por los principios y valores del PP... Mariano creará precedente en la breve historia de la democracia española".
Moragas remata su artículo diciendo que "los de los agudos son unos cachondos de la fiesta que ni instalan la barra, ni pinchan la música ni se quedan hasta el final para recoger y limpiar el placer de otros. Pero, eso sí, son unos cachondos y los querremos siempre".
Arístegui, ahora contra los críticos
También llama la atención el cambio de discurso de Gustavo de Arístegui, ahora más cercano a Rajoy, que este lunes presenta su último libro en sociedad. El portavoz de Exteriores del Partido Popular en el Congreso afirma que "en estos momentos es aventurero e irresponsable desde dentro del PP debilitar al PP", porque tiene que mostrar "una cara de oposición seria, fuerte, unida, con alternativas y que puede llegar al Gobierno".
Preguntado por la intervención del presidente de honor del PP, Arístegui ha dicho que "todos los dirigentes del PP, todos sin excepción, suscribirían esa frase, desde Rajoy hasta el último".
Arístegui hablaba de las turbulencias internas en Telecinco y Cristóbal Montoro lo hacía en TVE: "Aznar mete presión para que nadie se duerma, los políticos de verdad no se callan ni debajo del agua".