L D (EFE) Los 10 concejales del PP y los 7 del BNG pidieron la dimisión del alcalde, mientras que los ocho concejales del grupo socialista y los dos de Progresistas Vigueses se opusieron. Al término de la sesión, el alcalde intervino para anunciar que se mantendrá al frente del gobierno minoritario de ocho concejales porque se considera "apoyado por la ciudadanía y el grupo socialista".
En el transcurso de una sesión plenaria cargada de enfrentamientos y de tensiones entre el público asistente, el portavoz del BNG, Xabier Toba, justificó la petición de dimisión del alcalde por considerarle "un obstáculo para recuperar la normalización de la situación en la ciudad, o lo que es lo mismo para mantener un gobierno de coalición". El PP, por su parte, propuso por boca de su portavoz, Corina Porro dar un plazo de 15 días al alcalde para que trate de reconducir la situación y, en caso contrario, que deje gobernar a los conservadores por ser la fuerza más votada.
El portavoz del BNG acusó al PSOE gallego, de estar gobernado "de forma ilegítima, vulnerar flagrantemente" los principios de la ética política, "actuar de forma antidemocrática y engañar a los ciudadanos a sabiendas de que han traicionado las reglas del acuerdo" entre nacionalistas y socialistas.
Incidentes durante el pleno
La sesión plenaria vivió numerosos momentos de tensión y enfrentamientos entre el público asistente, que obligaron al regidor vigués a pedir silencio y amenazar con desalojar la sala para permitir la intervención de los concejales. Los gritos y abucheos contra el alcalde le obligaron incluso a suspender su declaración al final de la sesión. La portavoz del PSOE, María Xosé Porteiro, pidió a sus ex socios de gobierno que "escuchen a los ciudadanos, ya que, desde su punto de vista, en estos momentos la ciudadanía está apoyando mayoritariamente al gobierno que encabeza Pérez Mariño".
La concejala hizo una invitación a los nacionalistas para llegar a un nuevo acuerdo y destacó que el apoyo del BNG al Partido Popular en una hipotética moción de censura "supondría en la práctica un pacto antinatura".
El alcalde de Vigo, Ventura Pérez Mariño, manifestó al término de la sesión plenaria que si el Bloque Nacionalista Galego y el Partido Popular "creen realmente" que el grupo socialista es un obstáculo para la gobernabilidad de la ciudad "deben plantear una moción de censura". "Ante el riesgo de enfrentamientos entre el público asistente al pleno", según palabras de Pérez Mariño, el alcalde decidió suspender anticipadamente la sesión y convocar a los medios de comunicación para explicar el voto del grupo parlamentario socialista contrario a la resolución planteada por los concejales nacionalistas.
En conferencia de prensa, el regidor de la ciudad aseguró que "por voluntad ajena", los miembros del grupo socialista sólo abandonarán sus cargos si así lo requieren los mecanismos democráticos. Por el contrario, aseguró que "continuarán trabajando por la gobernabilidad de la ciudad".
En el transcurso de una sesión plenaria cargada de enfrentamientos y de tensiones entre el público asistente, el portavoz del BNG, Xabier Toba, justificó la petición de dimisión del alcalde por considerarle "un obstáculo para recuperar la normalización de la situación en la ciudad, o lo que es lo mismo para mantener un gobierno de coalición". El PP, por su parte, propuso por boca de su portavoz, Corina Porro dar un plazo de 15 días al alcalde para que trate de reconducir la situación y, en caso contrario, que deje gobernar a los conservadores por ser la fuerza más votada.
El portavoz del BNG acusó al PSOE gallego, de estar gobernado "de forma ilegítima, vulnerar flagrantemente" los principios de la ética política, "actuar de forma antidemocrática y engañar a los ciudadanos a sabiendas de que han traicionado las reglas del acuerdo" entre nacionalistas y socialistas.
Incidentes durante el pleno
La sesión plenaria vivió numerosos momentos de tensión y enfrentamientos entre el público asistente, que obligaron al regidor vigués a pedir silencio y amenazar con desalojar la sala para permitir la intervención de los concejales. Los gritos y abucheos contra el alcalde le obligaron incluso a suspender su declaración al final de la sesión. La portavoz del PSOE, María Xosé Porteiro, pidió a sus ex socios de gobierno que "escuchen a los ciudadanos, ya que, desde su punto de vista, en estos momentos la ciudadanía está apoyando mayoritariamente al gobierno que encabeza Pérez Mariño".
La concejala hizo una invitación a los nacionalistas para llegar a un nuevo acuerdo y destacó que el apoyo del BNG al Partido Popular en una hipotética moción de censura "supondría en la práctica un pacto antinatura".
El alcalde de Vigo, Ventura Pérez Mariño, manifestó al término de la sesión plenaria que si el Bloque Nacionalista Galego y el Partido Popular "creen realmente" que el grupo socialista es un obstáculo para la gobernabilidad de la ciudad "deben plantear una moción de censura". "Ante el riesgo de enfrentamientos entre el público asistente al pleno", según palabras de Pérez Mariño, el alcalde decidió suspender anticipadamente la sesión y convocar a los medios de comunicación para explicar el voto del grupo parlamentario socialista contrario a la resolución planteada por los concejales nacionalistas.
En conferencia de prensa, el regidor de la ciudad aseguró que "por voluntad ajena", los miembros del grupo socialista sólo abandonarán sus cargos si así lo requieren los mecanismos democráticos. Por el contrario, aseguró que "continuarán trabajando por la gobernabilidad de la ciudad".
