Arrecian los contactos entre Mariano Rajoy y los barones del PP implicados en la denominada guerra del agua. El líder del partido ha decidido mojarse en este asunto consciente de que la escalada de declaraciones era ya insostenible.
Fracasada la reunión a tres bandas -con Francisco Camps, Ramón Luis Valcárcel y María Dolores de Cospedal como protagonistas- celebrada en plenas fiestas navideñas, Rajoy ha optado ahora por contactos individuales en la sede nacional de la formación.
El primero en acudir a su llamada fue el presidente valenciano. Un encuentro "discreto" que se celebró la semana pasada y en el que el presidente del PP reclamó a Camps que evitara las "acusaciones estridentes" y diera margen de maniobra a la secretaria general, que negocia con los socialistas castellano-manchegos el texto definitivo del Estatuto en calidad de presidenta de los populares en esta comunidad.
Valcárcel, muy firme en sus convicciones
Pocos días más tarde, el lunes, fue Valcárcel quien se reunió con su jefe de filas. También en Génova, ambos discutieron sobre la crisis hidráulica, si bien el líder murciano se comprometió a evitar el ataque directo contra Cospedal.
Fuentes consultadas por Libertad Digital reconocen, eso sí, que este barón fue "mucho más exigente" que el valenciano y le advirtió a Rajoy que "bajo ningún concepto" admitirá que el Estatuto de Castilla-La Mancha incluya una reserva de agua, sea de los hectómetros que sea.
En este sentido, Valcárcel puso el acento en que Cospedal todavía no es presidenta autonómica mientras que él si lo es y gracias a ello Murcia es hoy uno de los principales feudos del Partido Popular.
A estos contactos se suma uno más, y no menos importante. Aprovechando la cumbre sobre Educación celebrada en Toledo, Rajoy almorzó junto con Aguirre y Cospedal con este asunto como telón de fondo. Cabe recordar que la jefa del Ejecutivo autonómico se proclamó la semana pasada "enormemente afectada" por el conflicto hidráulico y apeló a los principios del PP para defender "que nadie pueda apropiarse del agua".
Los compromisos alcanzados
Tres reuniones de las que el líder de la oposición sacó como compromiso que, a partir de ahora, todas las críticas irán destinadas a José Luis Rodríguez Zapatero, "único culpable" de que no exista un pacto nacional en materia de agua. Una cláusula no escrita que quedó escenificada en la rueda de prensa que Camps y Valcárcel protagonizaron este mismo lunes en la sede de la Generalidad valenciana, en la que ambos líderes cargaron contra el Gobierno socialista.
Por su parte, el líder del PP se comprometió a que su número dos "resolverá el lío del agua" con una resolución favorable para todas las partes. Aquí las fuentes consultadas por este periódico difieren en el grado de compromiso que alcanzó Rajoy. Según algunos, se comprometió a que finalmente el texto castellano-manchego no cuente con una reserva hídrica alguna. Fuentes del entorno de Cospedal niegan la mayor.