El cambio en España comienza en Cataluña el próximo domingo, día de las elecciones autonómicas. Así, Mariano Rajoy ha vinculado su futuro político a lo que ocurra el 28-N, y lo ha hecho conocedor de que los últimos sondeos -elaborados para consumo interno- le dan al Partido Popular una horquilla de entre 15-16 escaños en el Parlamento regional.
“Cuanto más sean los apoyos del PP el domingo, mejor será el cambio en Cataluña y después en toda España”, proclamó Rajoy, que hizo un discurso de calado. El jefe de la oposición no se anduvo en esta ocasión por las ramas: “Cuanto más tarde convoque Zapatero elecciones, más caro nos saldrá a todos los españoles, mucho más”, sentenció.
Su diagnóstico fue demoledor: “Hoy hay en la vida política mucho ruido, excesos y frivolidades” por lo que hay que dejar las políticas del tripartito por “la moderación, la estabilización y la creación de empleo” que, según dijo, representan el PP.
Pero, ¿qué es el cambio para los populares? En Génova consideran “un buen resultado” que Alicia Sánchez Camacho supere los catorce representantes actuales y, aprovechando el descalabro de ERC que auguran todos los estudios, convierta al PP en la tercera fuerza política. Traducido: ser la llave del futuro Gobierno regional pero, ni mucho menos, alzarse con esos dieciocho escaños que consiguió Alejo Vidal Quadras.
“Aquí se necesita estabilidad institucional a favor de España y a favor de Cataluña”, aseguró Rajoy, quien fue ovacionado por las más de cuatro mil personas que abarrotaron el polideportivo de Hospitalet de Llobregat, el escenario elegido para el acto principal de la campaña electoral, en pleno cinturón de Barcelona.
Junto a la candidata a la Generalidad y destacados dirigentes de la formación a nivel nacional, el jefe también habló, y mucho, de libertad para destacar que “las lenguas sólo tienen dos enemigos: los que las prohíben y los que las imponen”. “No estoy de acuerdo con CiU, con nosotros no habrá más sanciones”, afirmó, para a renglón seguido recalcar que lo que necesita Cataluña es hablar “de empleo”. Se comprometió, en este sentido, a sacar a España de la crisis.
Así las cosas, a nivel regional, Rajoy pidió un PP “decisivo” para evitar nuevos “disparates” y, ya con la vista puesta en España, insistió en reclamar a Zapatero elecciones anticipadas “por vergüenza torera”. Y es que, según concluyó, hay que “reconocer los errores y dejar paso a los demás”.