L D (Europa Press) Además de su relación con este grupo con los atentados del 11-M el pasado año en Madrid, los fiscales consideran que los miembros de la organización tomaron parte en las bombas del 16 de mayo de 2003 en Casablanca, en las que murieron 50 personas.
Otros cuatro acusados fueron solicitados por el tribunal pero se encuentran cumpliendo condena en cárceles extranjeras, tres de ellos en España por su relación con el 11-M, donde murieron 191 personas y más de 1.500 resultaron heridas.
Al menos tres de los 13 sospechosos nacieron en Maaseik, una pequeña ciudad belga fronteriza con Países Bajos. Otro acusado, Jalid Bouloudo, está acusado de ser el cerebro del GICM. La abogada de este último, Katelijne van Bellinghen, declaró que "existen serias dudas" sobre los cargos de los que se acusa a su cliente.
"Hasta ahora no hemos visto elementos concretos en el caso que prueben claramente ningún tipo e relación entre los acusados y el grupo terrorista del que se les acusa de formar parte", según explicó a la televisión VRT.
Dos de los acusados son Abdelkader Hakimi y Mourad Chabarou, vinculados a los ataques de Madrid. La Policía dice que las huellas del último aparecieron en el apartamento belga de Mohamed Afala, uno de los sospechosos en relación con el 11-M.
Los fiscales han señalado que todos los sospechosos de pertenencia al GICM adquirieron sus conocimientos de enseñanzas fundamentalistas islámicas, incluidas las de Abu Qatada, el clérigo radical británico expulsado recientemente por las Autoridades británicas.
